Sandra Espeja, coordinadora del programa de Ciencia Ciudadana Marina de Observación del Mar, fue contratada por la Fundación Marilles para desarrollarlo en las Islas a finales del año pasado y lleva trabajando de firme en él todo lo que llevamos de ejercicio pandémico.

"El programa no busca otra cosa que los científicos se relacionen con la sociedad, de hacer ciencia con los ciudadanos", sintetiza la coordinadora, que remite a todos los amantes del medio marino a que buceen por su web observadoresdelmar.es para que se hagan una idea de cómo pueden colaborar para despejar algunas de las muchas incógnitas que aún persisten sobre ese gran desconocido que cubre tres cuartas partes de este planeta paradójicamente llamado tierra.

En la página, continúa, están en marcha trece proyectos sobre temáticas diferentes que abordan desde un punto de vista científico y riguroso las problemáticas actuales sobre corales, peces exóticos, medusas, algas invasoras, praderas marinas en reproducción, familia signátidos (caballitos de mar) o nacras, solo por citar algunos.

Así, el proceso es sencillo. Salgo al mar y me encuentro con un enjambre de medusas en mi cala preferida. Les saco una foto y la cuelgo en el proyecto correspondiente de la web. "Has de subir una foto que previamente has debido geolocalizar y datar con la fecha en la que la has hecho. Antes te has tenido que registrar en la web con tu nombre y una dirección de e-mail", explica la coordinadora los requisitos para participar en este programa.

Todas las observaciones enviadas a la web han de ser validadas por los científicos que están al frente de los diferentes proyectos antes de ser incluidas en la página. "Habrá nuevos proyectos", adelanta Espeja, que subraya el interés de la comunidad científica marina por conseguir el apoyo de la ciudadanía en una labor ingrata y muy desconocida.

Imedea y Oceanográfico

La idea de crear esta web, en la que observadores de todo el mundo pueden colgar sus imágenes, partió del Instituto de Ciencias del Mar de Barcelona en el año 2012. A esta iniciativa se sumó más tarde el Centro de Estudios Avanzados de Blanes (CEAB). Habrá que esperar hasta 2014 para que el Instituto Mediterráneo de Estudios Avanzados (IMEDEA) participe con el proyecto sobre las Algas Invasoras. También investigadores del Centro Oceanográfico de Balears (COB) debutaron en la web en el año 2016 y en la actualidad participan en varios estudios sobre Crustáceos, Nacras, Familia Signátidos y Praderas Marinas. Y, como ya ha quedado dicho, desde el año pasado también colabora la Fundación Marilles.

Sandra Espeja revela que en total participan en la web 2.564 observadores y que los baleares, cuyo número no puede precisar, sí se muestran prolíficos ya que han realizado 1.707 de las 12.193 observaciones subidas en el momento de redactar este reportaje.

En Balears, continúa Espeja, colaboran con clubes de buceo, sobre todo en Mallorca, y con otras entidades como el Observatori Socioambiental de Menorca y el GEN GOB en Eivissa.

Tres de los cuatro clubes de buceo de mallorca que colaboran con esta iniciativa tienen la categoría de Observatorios Centinela que realizan seguimientos anuales de los diferentes proyectos en marcha. "Es una colaboración fundamental porque sirve para dinamizar la zona en la que están ubicados. Los clubes pueden explicar a sus usuarios la problemática marina de su áreas de inmersión y convertirse en un punto de difusión y de formación del proyecto", resalta la coordinadora.

Para convertirse en Observatorios Centinela, los centros de buceo han de recibir una formación previa sobre el funcionamiento y manejo de la web y explicaciones detalladas sobre los proyectos en marcha impartidas por los propios científicos al frente. Hace apenas una semana adquirieron esa categoría tras recibir la formación el centro Skualo de Porto Cristo y el Albatros Diving de Cala Bona.

Flores de Posidonia

La propietaria de este último, Gigi Torras, confirma esta condición y revela que se han comprometido a hacer seguimiento de dos de los trece proyectos actualmente en marcha, el de Medusas y Praderas Marinas en Reproducción.

"Trabajamos con la Posidonia que, como casi todo el mundo sabe, es un alga endémica del Mediterráneo que genera una gran cantidad de oxígeno y sirve de refugio a muchos peces juveniles frente a sus depredadores. Nos hemos comprometido a hacer un seguimiento a una pradera de Posidonia ubicada en uno de nuestros puntos de inmersión al menos una vez por estación, aunque intentaremos que sea por lo menos una vez al mes", se conjura esta licenciada en Ciencias Ambientales con máster en Biología Marina.

La Posidonia, alecciona, se puede reproducir de forma sexual o asexual. En el primer caso, gasta más energía, y esta forma reproductiva se manifiesta con la aparición de flores en la planta. "Cuando necesita adaptarse al medio por un cambio en el mismo (por ejemplo, un aumento de la temperatura del agua), ha de modificar su genética y para ello precisa reproducirse de forma sexual. Y en ese momento germinan las flores que no son fáciles de ver y que será nuestro cometido. Normalmente lo hace de forma asexual, creando clones de sí misma sin gastar energía", diferencia.

Sobre el otro proyecto con el que se han comprometido a colaborar, el de Medusas, Gigi revela que uno de los datos más importantes que consignan en la web es cuando salen y no ven ninguna medusa.

"Esos no avistamientos también se los comunicamos a la científica líder del proyecto", revela esta especialista que sostiene para concluir que "nosotros somos los que le damos la voz al mar, somos sus portavoces porque estamos todo el día en el agua".