La portavoz del Govern, Pilar Costa, dejó claro ayer que en lo que se refiere a las restricciones al ocio nocturno por ahora el Ejecutivo balear no va a dar marcha atrás a la paralización, si bien recordó que se trata de una "normativa provisional y transitoria" que puede modificarse en función de cómo evolucione la pandemia. Quiso insistir, además, ante las fiestas ilegales en distintos puntos de las islas tras el estado de alarma por el coronavirus, en que "cualquier actividad que vaya contra la legalidad debe ser perseguida" por la fuerzas y cuerpos de seguridad "con consecuencias para quienes la infrinjan" y que, en este caso, "la infracción tiene el agravante de que se pone en peligro la salud de las personas". En Palma, la Policía ha intervenido en la celebración de varios botellones y en Eivissa, el miércoles desalojaron a 150 personas de una fiesta en un local. virginia eza palma