El aeropuerto de Son Sant Joan empezó ayer a operar de una forma casi normal y lo hizo con la llegada de 210 vuelos, entre nacionales e internacionales, que trasladaban turistas a la isla.
El movimiento de pasajeros que llegaron ayer a Mallorca por fin deja atrás la imagen desoladora de estos últimos meses con las instalaciones del aeropuerto casi vacías de pasajeros y trabajadores. Pero una vez superado el estado de alarma sanitaria, la situación va mejorando, aunque por ser el día de ayer, una jornada donde oficialmente se inauguraba la temporada de verano, el movimiento de pasajeros no se asemejaba ni de lejos a la actividad vivida otros años.
En la instalación aeroportuario se adoptaron medidas de control sanitario para evitar la entrada o salida de algún pasajero que pudiera tener síntomas de coronavirus. Antes de salir de sus destinos, todos los viajeros debían rellenar un formulario sanitario. Un documento en el que debían indicar, además de su identidad, el lugar donde van a pasar las vacaciones y si habían tenido algún síntoma de la enfermedad. Este documento, teóricamente, lo debían entregar a la llegada al aeropuerto de Palma,pero muchos turistas no lo hicieron porque nadie se lo exigió.
La mañana transcurrió con tranquilidad hasta llegada la tarde, cuando se registraron las primeras aglomeraciones de turitas camino de la terminal. Pese a llevar la mascarilla, los viajeros no pudieron guardar la distancia de seguridad, lo que supone un riesgo de contagio.
A lo largo del día de ayer llegaron turistas de Holanda, Polonia, Chequia, Gran Bretaña e Italia, y se espera que en breve empiecen a aterrizar vuelos de otras ciudades europeas. De momento, lo que no se espera es que lleguen turistas procedentes de Asia o América, ya que las fronteras con estos países, debido a la pandemia, siguen de momento cerradas.
La mayoría de vuelos extranjeros que aterrizaron ayer en Mallorca venían de Alemania. Sin embargo, también llegaron ayer los primeros aviones procedentes de Gran Bretaña (cuatro en concreto).
Tranquilidad entre los viajeros
La mayoría de pasajeros que llegaron a Palma en el día de ayer habían comprado el billete de ida antes de que se detectara la pandemia. Los turistas se mostraron muy tranquilos ante la posibilidad de que puedan contagiarse con el virus durante sus vacaciones en la isla. "Me he estado informando mucho y he comprobado que Mallorca es uno de los destinos más seguros. Además, si tengo la mala suerte de contagiarme, la isla tiene un sistema que garantiza mi seguridad sanitaria", señalaba una turista alemana que pasará unos días con su pareja en un hotel de Calvià.
Esta sensación de seguridad no solo la tenían los turistas germanos, sino que era un sentimiento generalizado entre los viajeros que llegaron ayer al aeropuerto de Palma.
Y aunque ayer operaron estos 210 vuelos y hacía meses que no se veían estas cifras, la actividad en el aeropuerto todavía no ha alcanzado una situación de normalidad. Por ejemplo, salvo la farmacia, todos los negocios siguen cerrados, incluidos los bares, lo que supone una pérdida millonaria para estos empresarios.
Estos últimos tres meses, al no llegar vuelos a Palma, la mayoría de taxistas renunció a acercarse al aeropuerto. Pero para este sector también empezó ayer la temporada y por eso los taxis volvieron a Son Sant Joan. Los taxistas coincidieron en que va a ser un año "muy complicado", porque van a venir muchos menos turistas que en temporadas pasadas y va a suponer menos ingresos.
Sin embargo, estos taxistas prefirieron ayer hacer cola en la parada del aeropuerto para recoger a algún turista y llevarlo a su destino, en vez de dar vueltas por la ciudad. "Si estamos aquí es porque no hay donde rascar en otros sitios", explicaba ayer Juan Pérez, que desea que esta crisis pase cuanto antes y se vuelva a la normalidad. "Un día normal del mes de julio por el aeropuerto no te puedes ni mover y aunque hoy [por ayer] hay más turistas que estos últimos días, la situación no se puede comparar a otras temporadas", señalaba otro profesional del taxi.
Y es que, precisamente, los traslados de turistas son la principal fuente de ingresos para estos profesionales del transporte. "Nosotros no podemos vivir de los residentes en Palma, necesitamos a los turistas para poder llegar a final de mes".
Arranca la temporada
Los que también se mostraron ayer muy satisfechos al poder iniciar la temporada, aunque fuera con menos gente, fueron los operadores turísticos, que volvieron al aeropuerto a recibir a sus primeros clientes. Las previsiones apuntan en que en los próximos días, a medida que vaya avanzando la temporada de verano, el aeropuerto pueda mantener este ritmo de llegada de aviones. Un movimiento de visitantes que ayudará, en lo que se pueda, a una temporada turística que se ha visto duramente castigada por la pandemia.
