Balears cerró el pasado mes de junio con 74. 292 parados, el doble de los contabilizados en esas mismas fechas de 2019, lo que refleja el impacto que la crisis generada por el coronavirus está teniendo sobre el mercado laboral de las islas. Además, la cifra de personas ocupadas se situó en las 495.206, un 14,7% menos que hace un año, según los datos facilitados ayer por la conselleria de Trabajo.

Pese a la dureza de estos números, no todos están siendo negativos. Por primera vez desde que se inició el estado de alarma, la cifra de asalariados afectados por un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) comienza a descender en las islas, al pasar de los 152.981 que había en mayo a los 121.585 del mes pasado, lo que implica que más de 31.000 han regresado a sus puestos de trabajo en condiciones normales, señal a su vez de que se ha iniciado la fase de reactivación, según pusieron de relieve el conseller Iago Negueruela y el director general de Empleo, Llorenç Pou.

Este número actual de empleados que siguen afectados por un ERTE supone prácticamente uno de cada cuatro afiliados a la Seguridad Social de Balears (24,4%), la autonomía con la tasa más alta, seguida de Canarias (20,6%), reflejo de que las zonas con mayor especialización turística son las que se están viendo más perjudicadas por la crisis actual.

El paro crece un 104%

Como se ha indicado, la cifra de parados es la más dura, ya que supone un incremento del 104% respecto al pasado año, una situación que no se da, ni por aproximación, en ninguna otra comunidad autónoma, y que se explica por la dependencia balear del turismo y por los daños que a esta actividad le ha provocado el coronavirus. Basta señalar que el incremento interanual del conjunto de España ha sido del 28,1%, y que la segunda autonomía con la tasa más alta ha sido Cataluña, con un 35,8%, a enorme distancia de la balear.

Lógicamente, la actividad más golpeada ha sido la hostelería, ya que sus 20.358 desempleados suponen una subida interanual del 206,7%.

Si se compara el dato de junio con el de mayo, el desempleo balear muestra un descenso del o,5%, muestra de que al menos comienza a darse una ligera reactivación desde que se inició la crisis sanitaria.

En cualquier caso, y gracias al sistema de los ERTE, la cifra de personas demandantes de empleo que cuenta con protección gracias al cobro de alguna ayuda económica se eleva hasta el 65,2%, cuando un año atrás era del 40%.

Como se ha indicado, la cifra de personas que están ocupadas se ha reducido un 14,7% en relación al mismo mes del pasado año, lo que supone la tasa de destrucción de empleo más alta del país, frente a la media estatal del 4,6%.

Eso implica que las islas han perdido 85.390 puestos de trabajo, y en este aspecto hay un dato fundamental: la inmensa mayoría corresponde a los contratos temporales, que este año no se han producido al no iniciarse la actividad turística de forma normal, mientras que el recorte entre los empleados con contratos indefinidos ha sido muy reducido, según subrayó Llorenç Pou.

Aunque se apuntaron aspectos positivos relacionados con la ligera reactivación turística que se ha iniciado, como la salida de trabajadores de los ERTE o el mayor grado de protección de los parados, el conseller de Trabajo no ocultó que las cifras del mercado laboral de este año son "muy duras". En cualquier caso, subrayó que esta fórmula de expedientes temporales ha hecho que el servicio estatal de empleo (SEPE) haya abonado ya 500 millones de euros en prestaciones para el archipiélago.