Hay que ser valiente para que a pesar de la pandemia te decidas a salir de vacaciones lejos de tu país. Colocarte la mascarilla para hacer colas en el aeropuerto, volar con ella puesta. Llegar a tu destino y someterte a la entrega de tu pasaporte sanitario, el formulario de salud pública (PLC, Passanger Location Card). Que te tomen la temperatura y te hagan un control visual sobre tu estado. Pero más coraje hace falta para afrontar frente a la puerta del hotel que allí no haya nadie para recibirte.

Esta situación kafkiana la vivieron ayer los turistas que llegaron a alojarse al hotel Amazonas. El establecimiento tres estrellas de El Arenal, ubicado en la calle Sant Bartomeu, estaba cerrado a cal y canto. Para desesperación de al menos tres grupos de huéspedes que llegaron con sus maletas durante la mañana. Entre ellos, las jóvenes holandesas de la fotografía. El desconcierto fue tal que finalmente llamaron a la policía.

Antes que ellas tuvieron que afrontar la misma situación otro grupo de cinco turistas y una pareja, según explicaron vecinos de la zona que grabaron la situación. "Las chicas estaban tan asustadas que llamaron a la policía".

El propietario del bar Caramba, aledaño al hotel certificó que "solo por las mañanas hay un técnico trabajando" en el hotel. Joaquín Titos conoce a la familia propietaria del establecimiento, son sus clientes. Tiene su teoría sobre lo que pudo pasar. "No es culpa del hotel, seguro que ha sido la agencia, Booking o quien se lo haya vendido".

Desde la Asociación Hotelera de Playa de Palma, su presidenta, Isabel Vidal, declara que están tratando de averiguar qué pudo ocurrir. El Amazonas es uno de sus establecimientos asociados, y achacó a un error la situación. Vidal subraya la profesionalidad del sector.

Un hotelero del destino da crédito a lo ocurrido: "Me creo que vengan turistas y se encuentren hoteles cerrados. Hay mucho caos en todo a día de hoy".

Caos, pandemia, crisis, y lo que nos queda.

Solo faltaba que lo sembrado con el plan piloto con Alemania plan piloto con Alemania y el relanzamiento de la marca Mallorca y del archipiélago como un destino turístico seguro en tiempos de Covid-19 se vaya por la borda porque clientes llegados un 1 de julio no sepan dónde van a dormir en su primera noche en la isla.