Como acostumbra en los meses estivales, el Servei de Salut ya ha procedido al cierre de al menos 112 camas hospitalarias, 76 de ellas en Son Espases y las 36 restantes en Son Llàtzer, según detallaron fuentes del sindicato de enfermería (SATSE).

Este recorte se produce pese a que el IB-Salut ha manifestado que su intención es mantener una actividad asistencial alta durante el estío con un doble objetivo: estar preparados para un hipotético rebrote de la Covid-19 y rebajar un poco las inabordables listas de espera provocadas durante estos meses de pandemia.

No hace mucho, la consellera de Salud, Patricia Gómez, señaló en una entrevista a este diario que durante el verano mantendrían un millar de camas hospitalarias reservadas para prevenir un posible repunte de la pandemia.

Pero es difícil conseguir la cuadratura del círculo. Los profesionales sanitarios han trabajado mucho durante la pandemia y se les deben días de vacaciones que se cogerán en estas fechas.

Desde el IB-Salut recordaron que en mesa sectorial se aprobó recientemente ampliar el periodo ordinario de vacaciones más allá de los meses de julio y agosto, llegando hasta el de noviembre, con el objetivo de que los profesionales sanitarios puedan disfrutar sus vacaciones más allá de los meses estrictamente veraniegos.

Sin mires este verano

Y a la previsible desbandada estival tras unos meses de duro trabajo se suma el hecho de que los hospitales públicos de esta comunidad no podrán contar este verano con la ayuda de los nuevos médicos residentes que comienzan su formación como especialistas.

IB-Salut confirmó esta falta de mires R1 en que la pandemia de Covid ha retrasado el proceso de elección de especialidad a nivel nacional. Los R1 habitualmente eran contratados en el mes de abril, pero este año habrá que esperar hasta el mes de septiembre para hacerlo. En toda España con carácter general, señalaron.

Sobre los planes de verano en los diferentes hospitales públicos de la comunidad autonóma, las citadas fuentes admitieron que se acaba de salir del estado de alarma y que las diferentes direcciones médicas de cada gerencia los están planificando en estos momentos.

Ritmo alto

El objetivo, abundaron, es mantener la actividad asistencial a un ritmo alto durante todo el verano, aprovechando la bajada de las urgencias y los pocos pacientes actualmente ingresados por Covid en los hospitales.

A modo de ejemplo, señalaron que en Son Espases solo hay 8 pacientes ingresados con esta patología, siete de ellos en la UCI y tan solo uno en planta.

Pese a que reiteraron que el objetivo prioritario es mantener la actividad quirúrgica programada y las consultas externas para reducir las listas de espera, no dudaron en confirmar el cierre de las citadas 36 camas en Son Llàtzer (en las plantas 3A, 3B y 3C) por la falta de operaciones tal y como denunció el SATSE. "Los hospitales no han recuperado aún su actividad al cien por cien", justificaron.

Respecto al cierre de recursos en Son Espases {el sindicato de enfermería detalló que de las 76 camas ya inoperativas, 32 pertenecen a una planta del hospital Verge de la Salut adscrito al de referencia, 20 a hospitalización pediátrica y otras 24 reservadas en su momento pata pacientes Covid}, desde el Servei de Salut quisieron matizar que "no están cerradas, sino reservadas. En el momento que sea necesario abrirlas, se hará", prometieron.

Asimismo recordaron que en el mes de abril realizaron 688 contrataciones de profesionales sanitarios que, aseguraron, permanecerán contratados durante todo el año. Con esta medida prevén cubrir todas las vacaciones estivales.

Respecto al cierre de la planta de medicina interna del Verge de la Salut, recordaron que se acomete cada año por la bajada de la actividad quirúrgica. Sin embargo, el traslado de estos pacientes de claro perfil sociosanitario a un hospital de agudos como Son Espases también mereció un comentario por parte del presidente del sindicato médico de Balears (Simebal), Miguel Lázaro, que recordó la diferencia del coste entre una cama sociosanitaria (200 euros diarios) y otra de agudos (600) y criticó la planificación del IB-Salut.

Controles

El departamento de Sanidad Exterior se limitará a supervisar la toma de temperaturas y la recogida de cuestionarios a los pasajeros internacionales que entren por aeropuertos y puertos de esta comunidad a partir del próximo día 1 de julio, según confirmaron fuentes de delegación de Gobierno.

En el caso de los aeropuertos, el ente público AENA se encargará de contratar un servicio médico privado que acometa estas labores siempre supervisado por Sanidad Exterior. En los puertos, serán las navieras las encargadas de realizar los controles primarios mientras que Autoridad Portuaria subcontratará a sanitarios para los secundarios (de positivos).