Las listas de espera se han disparado de tal manera que, a finales del pasado mes de mayo, más de 27.000 baleares podían acogerse al decreto de garantía de demora por aguardar más de seis meses para ser operados (3.549 personas lo hacían por un tiempo superior al periodo citado) o más de 60 días para ser visto por el especialista, situación en la que se encontraban a final del pasado mes un total de 23.719 usuarios de la sanidad pública balear.

El año pasado por estas mismas fechas el número total de ciudadanos que podían acogerse al decreto de garantía de demora eran 7.156, casi una cuarta parte menor que las 27.268 personas que estaban en esa disposición a finales del pasado mes.

Como se recordará, el decreto de garantía de demora es una salvaguarda asistencial recuperada la pasada legislatura que establece que todo aquel usuario de la sanidad pública puede reclamar ser derivado a otro hospital público o privado sin coste alguno en caso de esperar más de 180 días una intervención quirúrgica o más de dos meses una consulta con el médico especialista.

Este decreto quedó en suspenso durante la vigencia del estado de alarma pero volvió a entrar en vigor con la vuelta a la normalidad desde el pasado 21de junio.

Es evidente que la excepcionalidad sanitaria provocada por la pandemia de coronavirus ha provocado un atasco asistencial y las listas de espera se han resentido. Según datos facilitados por el Servei de Salut, el 31 de mayo había 12.698 personas esperando una intervención quirúrgica frente a las 12.216 que lo hacían en la misma fecha del año anterior.

No ha aumentado significativamente el número de personas que aguardaban la intervención (482, un 3,9%) pero sí lo ha hecho la media de días que lo hacían.

66,5 días más

Así, si a finales de mayo la demora media para entrar en un quirófano estaba fijada en los 72,5 días, un año más tarde la espera promedio es de 139 días, 66,5 jornadas más con un aumento porcentual del 91% frente a 2019.

Y en lo que atañe a las consultas con los especialistas médicos, la espera media es aún más onerosa. Y es que mientras hace un año se esperaba de media 32,15 días para ser visitado por el experto, ahora hay que hacerlo durante 78,75 días, una demora un 145% superior.

Lo que resulta muy llamativo es que los 23.719 usuarios que esperaban más de dos meses una consulta con el especialista a finales de mayo suponían casi siete de cada diez personas ya citadas con el médico (35.239) a finales de mayo.

Como también resulta sorprendente que hubiera más personas en lista de espera para este tipo de consultas hace un año (45.455) que hoy en día (las citadas 35.239), un descenso que solo se puede atribuir al absentismo sanitario provocado entre los ciudadanos por el miedo a contraer la Covid-19 durante sus visitas a los hospitales o centros de salud.