Sin sorpresas en el IV Congreso Extraordinario Balear y III de Mallorca de El Pi, en el que los militantes eligieron ayer a Antoni Amengual como nuevo líder del partido por el 87, 62 por ciento de los votos emitidos. La candidatura de Amengual era la única que se presentaba para un Congreso con el que El Pi intenta coser las heridas abiertas por la crisis que provocó el enfrentamiento entre Jaume Font y el hasta hoy secretario general del partido, Josep Melià, que acabó con la renuncia del primero como presidente de la formación el pasado mes de abril.

Amengual, representante de El Pi en el Consell de Mallorca, estará al frente de una Ejecutiva que en el ámbito balear cuenta como vicepresidentes primero y segundo con Joan Torres, de Eivissa, y José Manuel Cantallops por Menorca, con una estructura de organización con la que el partido quiere impulsar su peso en todas las islas, uno de los objetivos de la nueva dirección.

Como vicepresidenta tercera se coloca Lina Pons, actual portavoz parlamentaria, si bien en la Ejecutiva de Mallorca (en donde el partido tiene más fuerza) se convierte en vicepresidenta primera. Así, el núcleo duro de dirección de El Pi en Mallorca lo formarán Amengual y Pons, junto a Antoni Salas como vicepresidente segundo, Bartomeu Gili como secretario general, Miquel Porquer como tesorero y Gori Ferrà, Josep Franco, Neus Serra, Catalina Riera, Sebastià Salas y Leonor Bosch al frente de distintas secretarías.

Fuera de este núcleo duro, la Ejecutiva se completa con otros 20 dirigentes, entre ellos Josep Melià y Xisca Mora, quien ha conducido el partido en estos meses hasta la celebración del congreso. Ambos, por lo tanto, se mantienen en los órganos del partido aunque sin ocupar cargos.

Unos 260 militantes de los aproximadamente 900 al corriente de pago se habían inscrito para participar en el Congreso, limitado a un máximo de 300 personas para mantener las distancias de seguridad por el coronavirus. De los inscritos, ejercieron su derecho al voto entre 200 y 210. Con listas abiertas, la contundente victoria de Amengual (184 votos a favor y 26 abstenciones) quedó matizada por dirigentes que obtuvieron más votos, entre ellos el propio Melià (198 votos a favor), Xisca Mora (196) o el nuevo secretario general, Tolo Gili (200), una muestra de que las heridas internas en el partido no están aún del todo cerradas.

Al acabar el Congreso, el propio Amengual admitió, en declaraciones a este periódico, que en las votaciones "ha habido gente que ha mirado hacia adelante y otros que han querido pasar cuentas con este pequeño desquite, pero hablamos de tan solo una minoría de unos 20 o 30 militantes". El nuevo presidente de El Pi se refería implícitamente a los seguidores de Melià, si bien eludió concretarlo. Añadió que se esforzará porque esa minoría le acepte, aunque afirmó que está "muy satisfecho con el resultado" y sostuvo que daba por acabada la crisis interna. "Hay que mirar hacia adelante", insistió repitiendo el mensaje que lanzó en su discurso tras ser elegido nuevo líder del partido.

En su intervención en la clausura del Congreso resaltó la necesidad de "fortalecer" el partido, una formación "imprescindible para colocar a las islas en el lugar que les corresponde". En un escenario en el que la política "está polarizada" entre partidos que apuestan por "la confrontación buscando réditos políticos inmediatos", defendió "otra manera de hacer política que "coloque los intereses generales por encima de los partidistas y cortoplacistas".

Junto a ello, defendió un nuevo modelo económico para Balears basado en la diversificación, en la innovación, la cooperación y la retención del talento. En este sentido, anunció que pedirá una reunión con la presidenta del Govern, Francina Armengol, para proponerle un gran pacto social y económico que englobe a toda la sociedad de Balears, con el fin de impulsar una transición estructural que "permita situar las islas como una de las regiones líderes de Europa", algo urgente ante "la crisis sistémica provocada por el coronavirus".

Lina Pons, por su parte, apostó por "el trabajo en equipo" para impulsar "el nuevo El Pi que empieza ahora", para lo cual apostó por que "la voz de El Pi sea más contundente" con el fin de que su mensaje cale en la sociedad.