El joven que denunció ante el Obispado al párroco de Sant Sebastià, Gaspar Alemany, por un presunto delito sexual presunto delito sexuales mayor de edad pero padece una discapacidad psíquica, según confirmaron ayer varias fuentes conocedores del caso. La víctima, un monaguillo de 20 años que colabora en esa iglesia, explicó que hace unos días el religioso lo llamó a su despacho y empezó a hacerle caricias mientras accedía en su ordenador a una página web pornográfica. Según dijo, él mismo se marchó de allí al sentirse incómodo por la situación. La Policía está a la espera de recabar más información sobre el grado de discapacidad que padece, de especial relevancia para determinar si Alemany, exprior de Lluc, podría haber intentado aprovecharse de ella. Mientras las pesquisas policiales están todavía en una fase muy inicial, el Obispado ha decidido apartar temporalmente al religioso, de 65 años, de sus cargos al frente de las parroquias de Sant Sebastiày ha iniciado su propia investigación sobre lo ocurrido.

Los hechos denunciados ocurrieron la semana pasada en la parroquia de Sant Sebastià. Según el relato del joven, Alemany empezó a hacerle caricias en su despacho, mientras en la pantalla del ordenador aparecía un portal de vídeos pornográficos. El religioso habría abordado al chico, que decidió marcharse porque la situación le resultaba incómoda. Alemany no le habría manoseado las zonas íntimas de su cuerpo y sería la primera vez que realizaba un acto de esta naturaleza con él.

El episodio no tardó en llegar a oídos del Obispado en forma de denuncia. La institución religiosa abrió una investigación interna y apartó de manera fulminante a Alemany de sus cargos al frente de las dos parroquias de Palma. El Obispado, además, trasladó la denuncia a la Policía Nacional.

El grupo especializado en delitos sexuales, la Unidad de Familia y Mujer (Ufam), ha asumido las pesquisas. Aunque en el primer análisis de la denuncia no se apreciaron evidencias claras de delito al tratarse de una personas mayor de edad, los agentes supieron después que la víctima padece una discapacidad psíquica. Este dato supone un vuelco importante en el caso, ya que pese a ser adulto su merma de facultades podría equipar su situación a la de un menor.

Los investigadores trabajan con cautela y están llevado a cabo las primeras gestiones. Quieren recibir primero un informe sobre la discapacidad del joven que evalúe si tiene sus capacidades volitivas afectadas para determinar si Alemany podría haberse aprovechado de ellas. También están a la espera de tomar declaración al chico antes de tomar otras medidas, explicaron las fuentes consultadas.

La discapacidad que padece el denunciante también es relevantes para la investigación abierta por la Iglesia. Una reforma del código penal eclesiástico llevada a cabo por el papa Benedicto XVI equiparó los abusos contra discapacitados psíquicos adultos a los cometidos con menores, en una política contra la pederastia impulsada posteriormente por su sucesor, el papa Francisco.

La acusación contra Amengual ha provocado una nueva conmoción en la Iglesia mallorquina, que en los últimos años ha visto cómo tres religiosos eran apartados, y uno condenado además a seis años de cárcel, por abusos.