Las estatuas de Fra Juníper Serra (Petra, están cayendo en Estados Unidos.cayendo en Estados Unidos. La ola de protestas por el asesinato de George Floyd no solo denuncia los actos racistas concretos, sino que también señala el relato histórico contado desde el punto de vista del colonizador. El misionero mallorquín y otras figuras históricas están siendo cuestionadas estos días puesto que su ensalzamiento supone celebrar la violencia con la que se sometió a los pueblos indígenas. En Palma, la estatua del Pare Serra, situada en la plaza Sant Francesc, amaneció ayer manchada de pintura roja. Alguien había escrito "racista" sobre la misma. Al historiador Pere Fullana no le ha sorprendido ver la caída de las imágenes de Serra: "Cuando fue canonizado ya hubo una serie de reacciones que fueron un aviso. Los colectivos indígenas tienen un relato diferente de los colonizadores y una imagen crítica de España en la que no se ha querido profundizar". Tampoco le ha extrañado que la escultura de la plaza Sant Francesc amaneciera ayer con pintadas: "Es lógico, esa estatua es una provocación y tenía todas las papeletas para estar en el punto de mira". Opina Fullana que la historia debe ser tomada más en serio y reclama que el análisis se realice con "rigor, profundidad y desapasionadamente y que no se mitifiquen" figuras como la de Serra. En su opinión, cuando los elementos son ambiguos y aparecen cuestiones que no encajan, "no hay que convertirlos en modelos". En este sentido el historiador es partidario de retirar estos símbolos, pero sin destruirlos, musealizándolos para contar "lo que hemos vivido". En momentos como éste Fullana reivindica el papel del historiador: "No nos dedicamos a la nostalgia. Con los métodos de hoy, hay que ver que queda de esencial de la figura de Juníper y , con nuestros criterios, ver si fue significativo o si fue ambiguo".

Para Guillem Balboa, político y miembro de la plataforma Comunidad Negra Africana y Afrodescendiente de España, el asesinato de George Floyd ha desencadenado una serie de reacciones comparables al movimiento #MeToo. Para Balboa, la caída de una estatua puede ser una anécdota, pero lo importante es la cuestión de fondo: se ha creado una normalidad estándar que es eurocentrista y se basa en una pasado colonial, esclavista y excluyente. "Es una situación muy cómoda para los blancos, pero muchos hemos quedado fuera y por ello es necesario revisar esta normalidad, porque no es equitativa". Para Balboa ha llegado el momento incómodo de deconstruir. Figuras históricas como la de Juníper Serra "no son un símbolo universal, aquí discutimos la propia idea de universalidad que es blanca". Para Balboa, no se trata de cuestiones del pasado: "No es algo que ocurrió en 1492 y acabó. Eso dio paso a la supremacía blanca y a la explotación de recursos y de personas". Cree Balboa que es momento de asumir la responsabilidad, enfrentarnos a estas cuestiones: "La normalidad y la modernidad la ponemos en duda, porque si no, no me creo que queramos eliminar el racismo, si no vamos a las raíces del mismo". Para Balboa el concepto de memoria histórica nunca estará completo "si no incorporamos la memoria de las etapas esclavistas y coloniales".

Desde el departamento de Filosofía de la UIB, Joaquín Valdivielso aboga por una "decolonización del imaginario nacional". Explica que en los años 70 empezó a tomar fuerza un proceso de autocrítica que cuestiona el canon de la cultura occidental, una forma de poder que ha construido una identidad excluyente. Es en esos años cuando surge el poscolonialismo que, al igual que el feminismo, revisa esa norma occidental construida alrededor de la cultura hegemónica. Para Valdivielso en Balears y en España "estamos muy atrás en estas cuestiones. Celebrar el día de la Hispanidad es una ofensa, al igual que celebrar la conquista de Jaume I". Valdivielso cree que se ha de hacer "una revisión crítica del pasado y si hay que eliminar una estatua se hace". Para el filósofo, una cosa es conocer el origen de una serie de realidades culturales y otra celebrar hechos que representan una injusticia y que son "un agravio para grupos sociales y culturales". Por otra parte subraya el impacto filosófico que está teniendo la categoría de reconocimiento y que se ha convertido en clave para revisar el concepto de justicia. Con esta categoría se "reflejan las demandas de una sociedad multicultural. La justicia no se puede identificar sólo con la distribución de bienes. La sociedad más justa puede cometer una injusticia si no hay un reconocimiento de la etnia, el género o la edad", reflexiona.