—Para que se haga cargo del tipo de entrevista: "¿Ha nacido una estrella?"

—De ninguna manera, tuve la responsabilidad de confrontar a una ministra que es una estrella viral con una gestión estrellada. La repercusión se debe a que ella es muy conocida.

—Anuló usted a la zarina Irene Montero.

—La ministra se hubiera sentido más cómoda con una mujer que no hubiera ido al 8M. En vez de asumir con humildad su gestión, se equivocó y mostró cobardía.

—¿Pero derrotó o no a la ministra?

—Ella no iba preparada, y dio una respuesta previsible. Hay que estudiarse los temas, sobre todo si tienen tanta repercusión.

—Montero la menospreció, ni se dignó responder.

—Ya me pasó con Pablo Iglesias sobre las menores tuteladas, no toleran la discrepancia en parcelas que creen exclusivas.

El 8M, usted tenía la misma información que Montero

—Por lo que hemos sabido, no teníamos la misma información. Ellas no dejaban que les dieran la mano, el conjunto de la ciudadanía no conocía los riesgos.

—Todo el mundo conocía en marzo los riesgos.

—Yo creí plenamente a Fernando Simón el 7M, cuando comentó que les diría a sus hijos que hicieran lo que quisieran si le preguntaban por la manifestación.

—No me dirá que Simón la llevó a la manifestación.

—Tras escucharlo cogí un avión Palma-Madrid, y en la manifestación vi besos, abrazos, selfies y muestras de cariño.

—Ni usted sentencia que el 8M no debió celebrarse.

—Con la información que conocemos, no se debió celebrar.

—Pues una jueza le contestó en nombre de la ministra, no hay delito.

—Es un sobreseimiento provisional que no elimina la responsabilidad política. Es indudable que las 130 concentraciones en Madrid ayudaron a propagar el virus.

—"Incluso las que somos de riesgo", le dijo a Montero.

—Sí, me salió más del corazón que de la cabeza. Tengo una enfermedad degenerativa, que me pone en alerta como a cualquier enfermo crónico. Me confiné el 10M, por orden de mi médico.

—¿Qué enfermedad tiene?

—Una esclerosis múltiple diagnosticada a los 19 años. No quiero utilizarla, gracias a los avances médicos puedo llevar una vida normal.

—Nos está quedando una entrevista de guante blanco.

—No, no, va bien así.

—Ay, ese pasado nacionalista.

—Me hace gracia cada vez que lo sacas. Solo he militado y he votado al PP, fui a los conciertos del Acampallengua pero no me quedé a dormir, aparte de mi derecho a cambiar.

—¿Es igual de apasionada en todo?

—Sí. Hay gente a la que mueven otras cosas, a mí la pasión por mi trabajo, amigos, ocio y proyectos personales. Eso hace que las decepciones duelan más.

—Le traiciona su visceralidad.

—Me ocurría más al principio. Eres nueva y te dejas llevar por los impulsos, sin pensar en las consecuencias o en cómo saldrá el titular. Ahora reflexiono.

—Por eso estuvo mejor en la réplica que en la pregunta a Montero.

—Es así, porque te presiona el factor tiempo y me enrollo bastante. Me tranquilizo al ver que cumplo con el cronómetro, a ella le traiciona su superioridad moral, no admitir que hay maneras diferentes de conquistar el objetivo final feminista.

—No se lance, que usted salió diputada gracias a la paridad.

—No me siento una diputada cuota, nadie me ha regalado nada. Ocupo un escaño junto a mis compañeras por mi trayectoria, porque alguien confió en mi valor.

—Pero usted no quería ir a Madrid.

—Eso es una frase hecha. Ruedo por el PP desde hace mucho, y estoy a disposición donde sea útil.

—El CIS salomónico decreta que Feijóo es el mejor valorado, y Casado el peor.

—El enfrentamiento Feijóo-Casado no existe. No comparto esa valoración porque son perfiles diferentes y complementarios, que solo se distinguen por matices.

—Puede felicitar a Armengol, por el éxito mundial del plan piloto.

—Me alegro de que lleguen turistas, pero a Armengol se la ha jugado Sánchez otra vez, con un plan piloto que debía ser exclusivo y que coincide con la apertura de las fronteras.

—¿Hay que celebrar el próximo 8M?

—Sí, el movimiento feminista ha de seguir reivindicando. Doy por hecho que la Covid sea una pesadilla, pero el próximo 8M será agridulce, tendremos un mal recuerdo.