La decisión inicial del Govern de prohibir la reapertura de buena parte de los locales de ocio nocturno durante este año, adelantada ayer por Diario de Mallorca, al considerar que esta actividad presenta un riesgo alto de contagio del coronavirus, cuenta con el rechazo unánime de patronales y sindicatos, que apuestan por una reactivación de este sector durante la fase de 'nueva normalidad', aunque aplicando unos estrictos protocolos para garantizar la salud de clientes y trabajadores.

La presidenta de la CAEB, Carmen Planas, esgrime que la propuesta elaborada por la asociación balear de ocio nocturno (ABONE), con la puesta en marcha de un plan piloto de 10 días para testar esos protocolos de seguridad y posteriormente recuperar paulatinamente la normalidad en estos negocios, conlleva garantías suficientes. En este sentido, afirma que "no está justificado condenar a un sector tan emblemático y tan inseparablemente unido a la cadena de valor turística al cierre de sus negocios". Además, Planas insiste en la necesidad de que las empresas puedan prolongar sus ERTEs para apoyar su recuperación progresiva.

El presidente de PIMEM, Jordi Mora, también cuestiona la decisión del Govern de mantener cerrados aquellos establecimientos de ocio con oferta de baile o de mayor tamaño, como es el caso de discotecas y salas de fiesta. En su opinión, si la prohibición de reapertura está justificada por cuestiones sanitarias, debería ir acompañada de la posibilidad de prolongar los ERTEs y mantener la exención de abonar las cuotas a la Seguridad Social, además de aplicar otras ayudas fiscales. Pero añade que no sería tolerable que la decisión de no autorizar la reapertura se adopte con la pretensión de evitar cierto tipo de turismo, alegando que "el hecho de que un sector empresarial no le guste a alguien no justifica que se le condene al cierre".

Los secretarios generales de las federaciones de hostelería de UGT y CCOO en las islas, Antonio Copete y Silvia Montejano respectivamente, defienden también que el sector del ocio nocturno pueda ir normalizando su actividad bajo estrictos protocolos de seguridad, al considerar que en caso contrario se ponen en peligro cientos de empleos de las islas. Ambos expresan su oposición al denominado turismo de excesos, pero rechazan que se pueda vincular a él al conjunto de las empresas de ocio nocturno, y defienden que éstas puedan volver a operar, aunque sea con reducción de sus aforos y estrictos controles sobre la actividad que se desarrolla en su interior. Además, lamentan que la conselleria de Turismo esté adoptando estas decisiones sin consultar a los sindicatos y manteniendo reuniones solo con la parte empresarial.

Hoy mismo está prevista un encuentro entre el presidente de ABONE, Jesús Sánchez, y el conseller Iago Negueruela, para analizar la propuesta que la citada patronal ha hecho para intentar que se les autorice la reapertura.