El Govern autorizará hoy la reapertura a partir del próximo lunes de los locales de ocio nocturno de menor tamaño, en concreto de aquellos cuyo aforo autorizado no supere las 300 personas, aunque reduciendo esa capacidad en casi dos tercios, según se comunicó ayer al presidente de la patronal del sector (ABONE), Jesús Sánchez, durante la reunión que mantuvo con el conseller de Turismo, Iago Negueruela. Sin embargo, hay una excepción: los establecimientos de este sector ubicados en las zonas del Arenal y Magaluf en el caso de Mallorca, independientemente de su capacidad, van a tener que permanecer cerrados por el momento, dando así un golpe radical al turismo de excesos en esos puntos.

La reunión celebrada durante la mañana de ayer permitió perfilar las pretensiones del Ejecutivo autonómico en relación al sector del ocio nocturno tras la crisis del coronavirus, a la espera de que el documento definitivo sea aprobado hoy en Consell de Govern. Según apuntó Jesús Sánchez, a partir del día 21 los bares musicales, cafés concierto y discotecas cuyo aforo autorizado no supere las 300 personas podrán volver a abrir, pero sin que esté permitido el baile en su interior y con la instalación de mesas y sillas en esas pistas.

Además, se va a reducir su horario de apertura hasta las 2 de la madrugada, y en el caso de las barras, la actividad de los clientes en las mismas quedará prohibida en torno a las 9 de la noche, punto este último pendiente de fijar con más exactitud en el texto definitivo.

También se va a recortar el aforo de estos pequeños negocios alrededor de dos tercios. Por contra, se va a autorizar que mantengan la actividad en las terrazas en el caso de que el local disponga de ellas.

Cerrojazo a las grandes salas

Sin embargo, las inmensa mayoría de las discotecas y salas de fiestas van a seguir cerradas por el momento al tener capacidades superiores a las 300 personas, al igual que la totalidad de los locales de ocio nocturno situados en el Arenal y Magaluf.

Un aspecto a tener en cuenta es que se va a crear una comisión de trabajo para analizar la evolución del Covid-19 cada 15 días, con el fin de determinar si se pueden ir suavizando estas restricciones o si por el contrario es necesario endurecerlas.

Un aspecto destacado desde la patronal ABONE es que en estos momentos no hay grandes salas que tengan la intención de abrir sus puertas debido a la falta de turismo, pero no se oculta su pretensión de hacerlo a medida que avance el verano si la cifra de visitantes alcanza el volumen suficiente.

Los sindicatos UGT y CCOO se mostraron satisfechos ayer con el plan y con las medidas de seguridad sanitaria previstas, pero insistieron, al igual que las empresas, en la necesidad de que Madrid autorice definitivamente la prórroga de los ERTE.