La popular calle del Jamón, el epicentro de la fiesta nocturna de la Platja de Palma, va a tardar todavía en abrirse a su público habitual: jóvenes germanos que la transitan en busca de música, alcohol y desinhibición. El Bierkönig, uno de sus templos, permanecía el viernes cerrado a cal y canto. Y así será hasta que el Govern balear permita la reapertura de discotecas y pubs que sí han podido abrir en otras comunidades que ya están en la fase de la desescalada.

De este modo, la oferta de ocio nocturno al alcance de los primeros turistas que aterrizarán en la isla a partir de mañana va a ser muy limitada.

Tampoco tiene fecha de reapertura el Megapark, complejo de ocio nocturno propiedad de Bartolomé Cursach que afronta las mismas trabas legales para volver a abrir su puertas. El Govern considera que pubs y discotecas disparan el riesgo de contagios, y ha aplazado la reapertura del sector en todo el archipiélago.

De este modo, los turistas germanos que aterricen en Mallorca en el marco del plan piloto no van a poder disfrutar de uno de los principales alicientes que les ofrece pernoctar en la Platja de Palma. La marcha nocturna no volverá a esta zona hasta pasado el 1 de julio, y limitada por el decreto de excesos.