La conselleria de Salud continuará utilizando el conselleria de Saludsistema de triaje si en los próximos meses reaparece de nuevo con fuerza el coronavirus.

La consellera Patricia Gómez, por el que se clasifica mediante colores a los ancianos, incluso antes de que puedan estar infectados con el virus, en función de su deterioro cognitivo. A los que presentan una edad muy avanzada se les identifica con el color rojo; en el caso de dar positivo de Covid-19, en lugar de ser trasladados a un hospital, se les lleva a unidades de paliativos. En cambio, los señalados con el color verde son derivados a un hospitalde agudos por ser pacientes con buena calidad de vida. Para los de color naranja se requiere una valoración médica para derivarlos a un hospital o a un centro de atención intermedia.

La consellera aseguró que este método de cribado es "una herramienta clínica" que ayuda al médico a realizar un rápido diagnóstico, y señaló que continuará aplicándose ante un eventual rebrote, con el consecuente incremento de la presión asistencial. Explicó que en los protocolos médicos hay varios sistemas de división de pacientes y que la catalogación por colores en función de su estado es uno más. "Es una escala que se utiliza para tener una idea de la situación clínica de una persona enferma". Gómez le restó importancia al malestar que ha podido representar este método para muchos familiares de enfermos residentes, porque la clasificación siempre se realizó bajo parámetros de diagnóstico médico, en función del estado del anciano, aseguró. "Ayuda al diagnóstico y su valoración siempre es clínica", justificó. Gómez afirmó que esta clasificación previa no ha impedido que los ancianos enfermos hayan recibido la asistencia que han necesitado. Y recordó que estos centros, como el hospital General o Sant Joan de Déu, donde muchos de ellos fueron trasladados, están preparados para atender a pacientes crónicos.

La consellera señaló la dificultad que representó para el sistema sanitario la decisión de intervenir las residencias de ancianos donde se detectó un mayor grado de contagio. Explicó que, como no se conocía el estado de los residentes, fue necesario realizar una tarea de colaboración con los trabajadores para conocer el estado de cada anciano, incluso antes de que pudiera verse infectado por el virus.

Patricia Gómez justificó que los servicios sanitarios no hubieran informado en ningún momento a los familiares el tipo de clasificación que se había realizado a los residentes. Señaló que en la atención hospitalaria es una práctica normal y puso el ejemplo de cuando un paciente ingresa en urgencias, se realiza un cribado previo, donde se detalla sus síntomas al médico. En estos casos a los familiares no se les informa de este cribado, sino que únicamente se les comunica el estado del enfermo, el diagnóstico y la actuación médica que se realizará. "No se informó a los familiares porque es una herramienta de uso clínico", justificó la consellera.Gómez dijo no poder detallar el número de ancianos que han fallecido en Sant Joan de Déu o en el Hospital General. Sin embargo, aseguró que todos estos datos sobre número de víctimas se facilitaban a diario a la Fiscalía General del Estado.