UGT ha exigido este jueves al Govern que contrate a 1.000 profesores para que la enseñanza pública y concertada pueda retomar las clases presenciales el próximo curso con las medidas de prevención necesarias para proteger del coronavirus a alumnos, profesores y familias.

El secretario general de la federación de Servicios Públicos del sindicato, Miguel Ángel Romero, ha defendido que el Govern dedique a esa contratación y a dotar de recursos técnicos los 50 millones de euros que, según sus cálculos, podría recibir Balears de los 2.000 millones prometidos a las Comunidades Autónomas por el Ministerio de Educación.

Además, Romero ha anunciado que UGT impugnará por falta de negociación la resolución del conseller de Educación, Martí March, que establece la reapertura de los centros escolares desde esta semana para tutorías de refuerzo con cita previa. El sindicato recurre a los tribunales sin pedir la suspensión cautelar de la medida, porque "para generar caos en el sector educativo ya está el conseller".

"La Conselleria ha generado confusión", ha insistido el dirigente sindical, para quien la supuesta necesidad urgente de reabrir los colegios que sirvió de argumento para la orden de March ha quedado desmentida por el hecho de que ni el 10% de los alumnos han ido a sus centros desde el lunes.

"O ya estaba cubierto el tema para 10 días que quedan o no se fían", ha sostenido Romero, que considera que la exigencia de medidas de seguridad sanitaria el retorno a las aulas es común a docentes y familias.

En este sentido, ha incidido en que para que en el próximo curso se puedan cumplir las prescripciones sanitarias anunciadas por la ministra de Educación, Isabel Celaá, de 15 a 20 alumnos por aula, separados entre 1 y 1,5 metros, será necesario incrementar en al menos un millar la plantilla total de profesores en las islas, lo que tendrá un coste de unos 40 millones de euros.

Romero ha sido muy crítico con la gestión de March, que ha su juicio ha tratado de enfrentar a los padres con los docentes presentando a los trabajadores como un "colectivo privilegiado" que obstaculizaba la vuelta a las aulas.

"Se pretende que los docentes se responsabilicen de la conciliación", que es "un problema endémico de la sociedad" puesto de manifiesto con la crisis sanitaria y responsabilidad de los gestores políticos de las administraciones públicas.

El responsable del área de Educación de UGT Balears, Tino Davia, ha asegurado que "la inmensa mayoría de los docentes están deseando volver a las aulas, porque el trabajo hecho hasta ahora está suponiendo una carga mucho mayor", pero quieren hacerlo "con garantías" y para eso la Conselleria tiene que negociar con sus representantes legales, los sindicatos.

En la rueda de prensa han comparecido también los profesores Carolina Navarro y Bernardí Recio. Este último, jefe de estudios de un instituto de FP, ha ensalzado el trabajo realizado por los docentes desde el cierre de los centros a partir de mediados de marzo, porque, sin instrucciones de la Conselleria, se reorganizaron de forma "rápida y eficiente", prestando mayor atención a los alumnos más vulnerables.

Ha lamentado que la vuelta a las aulas desde el pasado lunes se ordenara sin facilitar a los centros "instrucciones precisas" y ha reclamado, de cara al próximo curso, más medios, tanto de protección sanitaria personal como técnicos y de infraestructuras.