La violencia de género abarca todas las edades, incluidos los más jóvenes. La Policía Nacional detuvo ayer a un menor de 16 años por retener y agredir a su exnovia adolescente en su domicilio. También le arrebató el teléfono móvil.

Los hechos ocurrieron sobre las cinco de la tarde del pasado jueves 4 de junio en un domicilio de Palma entre una pareja de adolescentes. Ella decidió poner fin a la relación, pero le reclamaba a él que le entregara unas entradas de un concierto, que la chica al parecer había comprado.

El menor accedió aparentemente a la petición de su exnovia. El encuentro se materializó en el domicilio de él. Pero la visita fugaz que había acordado se tornó en un infierno para ella. Cuando la víctima le pidió las entradas del concierto, el sujeto se comportó de forma violenta. La mordió y le arrancó el teléfono móvil de las manos. Ella había tenido tiempo suficiente para hacer una llamada desesperada de auxilio a unos amigos.

Mientras su exnovio no la dejaba salir y tenía retenida a la menor en su domicilio, dos amigos de ella acudieron en su auxilio. Al no poder entrar, los adolescentes empezaron a trepar por la fachada para acceder al inmueble y socorrerla. Al confundirles con ladrones, varios vecinos avisaron a la Policía.

Cuando los agentes de la Policía Nacional se personaron en el lugar se toparon con un asunto bien distinto. Los jóvenes que trepaban indicaron a los policías que estaban tratando de rescatar a su amiga cuando era retenida y agredida por su expareja. En realidad era un caso de violencia de género. Los policías encontraron a la víctima en el rellano del segundo piso visiblemente nerviosa. La chica explicó que hacía un mes que le reclamaba estas entradas. Al parecer las agresiones se habían sucedido durante el tiempo que había durado la relación. Acto seguido, los funcionarios detuvieron al adolescente por malos tratos en el ámbito familiar.