"No iré a Mallorca este verano si no abre el Bierkönig", confiesa tajante Markus Ratzinger. Es uno de los miles de turistas alemanes que están pendientes de las redes sociales, "casi a diario", para saber si uno de los más famosos 'Biergarten' de la Platja de Palma reabre sus puertas tras más de tres meses cerrado por el coronavirus.

Este germano, de 35 años y natural de Passau, no es el perfil de viajero que busca visitar, por ejemplo, la Catedral, ni bañarse en Formentor. Ni mucho menos. Quiere fiesta hasta altas horas de la madrugada. "Después de un día tomando el sol me encanta salir a beber cerveza o unas copas con los amigos escuchando buena música. Si este año no puedo hacerlo, me tendré que ir a otro sitio porque salir por la noche es fundamental para unas buenas vacaciones. Sin el Bierkönig abierto no voy", reitera convencido a DIARIO de MALLORCA. "Y no soy de los que crea problemas a los vecinos, tengo mucho respeto por ellos, pero sé que hay algunos germanos que se emborrachan demasiado y dan mal nombre a todos los que amamos la Playa de Palma", se apresura a matizar.

Michael Bauer, economista de Múnich, también está esperando noticias. "Tengo amigos en s'Arenal que me dicen que los restaurantes y los bares están abiertos, pero que a las doce de la noche ya no hay nada. Sin 'Biergarten' ni discotecas funcionando no sería lo mismo y creo que no iría. Espero que pronto digan lo que van a hacer porque soy de los que quiere salir de Alemania para disfrutar de unos días libres, sé que allí el virus no ha afectado demasiado y no me da ningún miedo ir", cuenta esperanzado.

Su problema es que no encuentran respuestas. Los dos locales de ocio más grandes de la Platja de Palma, con capacidad para miles de clientes en sus enormes instalaciones, todavía no han concretado sus planes. Están pendientes de los protocolos que les exigirán las autoridades. De hecho, en los últimos días se han visto obligados a tranquilizar a sus seguidores después de los "rumores", según escribieron en sus redes sociales, que apuntaban a que no abrirían este verano. "Nos gustaría informarles que actualmente no hay una fecha para la reapertura. Dado que la situación cambia casi a diario, porque aún no está completamente claro bajo qué condiciones podemos abrir, todos tenemos que ser pacientes", reclama el Bierkönig, ubicado en la famosa calle del Jamón, en su popular cuenta en Facebook.

Por su parte, el Megapark, su gran competencia a la hora de captar este tipo de clientes, pronuncia un discurso similar en las redes: "Estamos siguiendo con entusiasmo todo el desarrollo en el tratamiento de la Covid-19 y esperamos que las autoridades responsables en el país y en el extranjero sienten las bases lo antes posible para que también podamos abrir".

En ambos casos las reacciones fueron exageradas, con cientos de mensajes y miles de 'likes' en los que había opiniones para todos los gustos. "Lo echo mucho de menos", destaca Christian Schmidt. Este es el que más se repite, aunque hay más. "A partir del 1 de julio podemos volar a Mallorca, pues el 3 estaremos allí", escribe ilusionada Tina Monika, sin importarle las medidas que deberán tomar para evitar contagiarse del coronavirus. Pero no todos piensan igual. "Con las circunstancias actuales, no iría igualmente. No tengo ganas de ir de fiesta con medidas de distanciamiento y guardias que me vigilan. Cuando todo vuelva a ser normal volveremos", reflexiona resignado Dennis Greco.

Marcel Griese está de acuerdo. "Este año no iré. No se pueden tener dos metros de distancia", lamenta contrariado. Es uno de los que prefieren esperar hasta 2021. Thomas Effenberg, por su parte, va más allá en su comentario. "Creo que primero se debe encontrar una vacuna y luego la gente podrá ir al Bierkönig como antes del coronavirus", argumenta con prudencia.

El hecho de que el Gobierno de Pedro Sánchez haya autorizado el plan piloto presentado por el Govern balearplan piloto presentado por el Govern balear para traer turistas alemanes a las islas a partir del próximo lunes, es decir, una quincena antes de que se abran las fronteras de España a los extranjeros, no atrae especialmente a Annete Tiedemann, de un pueblo cercano a Frankfurt. "Me gusta la idea de ir a la Playa de Palma, pero tiene que estar todo abierto, aunque sea guardando las medidas de seguridad que nos digan. Para quedarme en el hotel o salir a pasear y encontrarme muchos locales cerrados no me atrae demasiado", señala vía telefónica a este diario. "En los últimos años ha mejorado la oferta de bares elegantes para tomar algo frente al mar, y eso está bien, pero no lo veo tan atractivo si después no puedo ir a bailar", añade esta turista, que lleva siete veranos seguidos aterrizando en la isla.

Lukas Hammer, de veinte años y nacido en Stuttgart, cree que muchos de sus compatriotas van a elegir visitar Grecia, Turquía, Croacia o Bulgaria. "Otros países anunciaron antes que España la apertura de sus fronteras y eso hará que muchos alemanes prefieran otros destinos porque en Mallorca todavía no se sabe cómo serán las fiestas", opina resignado. Visto lo visto, tendrá que seguir esperando.