Alumnos de la Universitat han protestado al rectorado por el hecho de que deban realizan los exámenes online para que sus profesores puedan comprobar su identidad y supervisarlos para evitar posibles fraudes.

El Consell d'Estudiants se ha pronunciado en contra de lo que tacha de sistema de "videovigilancia" que "no es ni legal ni efectivo". Creen que las medidas plantean "problemas de tipo jurídico y técnico" que, según un comunicado difundido tras un pleno celebrado el pasado viernes, podrían sustituirse por alternativas "más moderadas". Sus representantes así lo han expuesto en reuniones mantenidas con representantes del rectorado, secretaría general y la delegación de protección de datos.

Este órgano estudiantil presentará una queja ante la Síndica de Greuges y pide a docentes y jefes de departamento "que reconsideren" estas medidas de supervisión. En su escrito, la entidad asegura que barajan una posible denuncia ante la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD) y una demanda colectiva por la vía de lo contencioso-administrativo.

Antònia Paniza, secretaria general de la UIB, explicó ayer a este diario que optan por la "visualización remota" como lo más parecido al control presencial: los profesores que lo ven necesario piden a los estudiantes que tengan la cámara encendida durante los exámenes y en ningún caso se graba esa visualización. Tampoco se pueden usar programas de proctoring, que utilizan software de reconocimiento facial e indicadores biométricos y la cámara no puede grabar 360º. "Esos son medidas más invasivas, nosotros hemos optado por lo mínimo, siguiendo los informes hechos desde la Conferencia de Rectores de Universidades Españoles (CRUE) y por la AEPD".

"No queremos ni necesitamos ver su cuarto, basta con verles la cara", indicó: "Son medidas proporcionadas, ponderadas y equilibradas que dan seguridad al profesor y al alumno, que así puede pedir dudas durante el examen", prosiguió Paniza, que razonó que es un tema "muy delicado" que la UIB ha estudiado a fondo para que profesores y alumnos tengan garantías legales. La web de la UIB ofrece todos los detalles sobre esta cuestión desde finales de mayo.

Paniza apuntó que en el caso de los exámenes orales el alumno siempre tiene derecho a que se le grabe para poder tener documentación si luego quiere reclamar, pero que en cualquier caso puede renunciar a ese derecho por escrito.

El periodo de exámenes empezó el lunes y ayer se habían hecho varias pruebas siguiendo este sistema "sin ninguna incidencia", según la secretaria general.

Para evitar problemas técnicos, la UIB ofrece conexiones wifi y ordenadores en préstamo y también ha previsto que se pueda adaptar la prueba a alumnos con alguna situación personal de gravedad que se pueda justificar (como sufrir violencia de género, tener necesidades especiales...).