El temporal en el sector de la educación y la tensión entre los trabajadores y sindicatos y la Conselleria que dirige Martí March, además de todas las familias de las islas implicadas en el asunto, no tiene pinta de apaciguarse. Ahora, UGT anuncia que estudia llevar a los tribunales las decisiones y actuaciones de la conselleria de Educación con la intención de impugnarlas.

El viernes ya le cayó un aluvión de críticas a la Conselleria por haber decidido un protocolo de actuación de reapertura de los centros "de espaldas" a la comunidad educativa. A estos reproches, que llegaban desde los sindicatos y desde las asociaciones de directores de Infantil y Primaria y de Secundaria, ayer se les sumó la Escola Catòlica de les Illes Balears, que valoró "muy negativamente" que March anunciara, "sin previo aviso ni diálogo", las medidas de apertura parcial de los colegios a partir de mañana, lunes, "sin tiempo material para estudiarlas y organizar su aplicación".

Ahora, los servicios jurídicos de la federación de enseñanza de UGT, FeSP-UGT Balears, están estudiando si es posible impugnar en los tribunales las decisiones adoptadas por el equipo de Martí March para la fase 3 de desescaladafase 3 de desescalada, sin la preceptiva negociación sectorial. "No aceptamos que se traslade el mensaje a la sociedad de que los docentes estamos en contra del retorno de la actividad en las aulaslos docentes estamos en contra del retorno de la actividad en las aulas. Estamos trabajando con el escenario del retorno a las aulas a partir de septiembre con criterios sanitarios y con garantías", afirmó ayer el sindicato en un comunicado.

Además, UGT también cuestiona si el conseller está en disposición de garantizar que la vuelta a los centros se haga con plenas garantías de salud para los alumnos, los padres y madres y el personal docente y no docente adscrito a los centros y reivindica la educación presencial.

Mantener a los interinos

Por su parte, E-CCOO IB, reclamó ayer que no sean destituidos los interinos a los que se les acaba el contrato y que han estado "en primera línea" durante la crisis sanitariacrisis sanitaria, con la intención de que puedan continuar su labor porque son los que conocen la evolución de los alumnos a su cargo.

El sindicato advirtió en un comunicado que la destitución por fin de contrato de los interinos que han estado trabajando estos meses de clases por medios digitales supone un trastorno para los alumnos, las familias y los centros ya que la evaluación tendrá que hacerla un docente recién incorporado al centro sin conocer el trabajo que se ha hecho a lo largo del curso. "Esto no ayuda a una educación de calidad y es muy perjudicial en caso de alumnos con necesidades especiales, que han tenido un referente durante todo el curso y ahora, por cuestiones administrativas, tendrán que adaptarse a otro tutor".

Las guarderías se sienten "marginadas"

La directora de la guardería Xin-xirineu de Santa Margalida, Joana Maria Monjo, lamenta que los centros no autorizados de 0-3 años (que se conocen como guarderías) hayan sido abandonados por la Conselleria. "Siempre nos quitan de en medio. Ahora han sacado ayudas de conciliación y no nos han tenido en cuenta. No valoran el servicio que damos a nivel de conciliación y de educación", explica, y critica que tampoco se les ha tenido en cuenta en los protocolos de la desescalada.