Mallorca, la misma isla que cerró puerto y aeropuerto para blindarse ante la pandemia del coronavirus. A la que le sobraron los días autorizados por Madrid para vaciar sus hoteles de turistas, se muere por abrir el corredor turístico con Alemania, mientras del Gobierno de Pedro Sánchez solo llegan buenas palabras. El Govern y los hoteleros únicamente quieren escuchar una: la autorización para arrancar con el plan piloto. Y Francina Armengol sigue esperando. Hay que conformarse con que la ministra Reyes Maroto confirme que la prueba se hará. Vendrán 4.000 turistas alemanes, pero seguimos sin saber cuándo. En pleno junio.

"Hemos entrado en bucle", resumem fuentes del sector, que se lamentan de que España, y por ende, la isla, "sigue fuera del mapa" turístico. Con un millar de hoteles cerrados y otro millar de protocolos puestos en marcha a contrarreloj para recibir a los turistas. Mallorca se muere por demostrar que además de un destino maduro es seguro frente a la covid-19. Mientras el Gobierno central sigue su ritmo los países competidores nos llevan más de una cabeza. Hoteleros y turoperadores no dan crédito.

"Nosotros ni aprobamos ni lo contrario, no tengo respuesta". Eso fue todo lo que ayer se declaró a este diario desde la dirección de Comunicación del ministerio de Industria, Comercio y Turismo. Después de que Maroto desgranara detalles de un plan sobre el que el Govern, "por cautela", no quiere soltar prenda hasta saber en qué condiciones lo aprueba Madrid. El conseller Iago Negueruela lleva días insistiendo en que será "en horas". Y así seguimos. Esperando días.

Segundas residencias

Durante la rueda de prensa tras el Consejo de Ministros, nada, su portavoz, María Jesús Montero, se limitó a decir que a partir del 1 de julio llegará la apertura para el turismo y el fin del veto a las segundas residencias, un anhelo para los alemanes con casa en Mallorca. Avanzó que se lanzará "en breve" un plan de reactivación turística dirigido sobre todo a los archipiélagos.

Por boca de Maroto, según explicó en una entrevista en la SER, sabemos que el Govern pide permiso a Madrid para traer a 6.000 alemanes a Balears: 4.000 a Mallorca, 1.000 a Menorca y 1.000 a las Pitiüses para que vengan el 15 de junio. Ya lo sabíamos, pero ahora lo dice la ministra. Canarias tiene su propio plan. Seremos los conejillos de indias para comprobar que los protocolos de seguridad funcionan y España se pueda presentar como un destino seguro este verano.

Desde el ministerio de Asuntos Exteriores no se ve contradicción entre el plan piloto balear de permitir la llegada de turistas antes del 1 de julio y la decisión del Gobierno de no abrir las fronteras al turismo hasta esa fecha porque servirá para testar, informa EFE.

Desde la conselleria de Turismo, también en bucle, a la espera de que Madrid autorice, ayer no se confirmaron las cifras dadas por Maroto. "Esta sujeto a variación", el documento enviado al Ejecutivo central "se está acabando de analizar".

Del piloto los hoteleros esperan que provoque "un efecto cascada" para arrancar y abrir este verano a lo sumo el 20 o el 25 % de la planta hotelera, unos 250 hoteles.