Los centros de salud asumen desde ayer el rastreo de personas que han estado en contacto con enfermos de Covid-19 para saber si también se han contagiado. Este seguimiento se añade al que realizan desde hace tres semanas de los pacientes infectados, ya que antes lo hacían las llamadas UVAC (Unidades Volantes de Atención al Coronavirus). Otro traspaso a los centros de Atención Primaria es la recepción y gestión de las pruebas diagnósticas, una labor encomendada hasta ahora a los denominados Covid-exprés. Y también son los equipamientos más cercanos a los ciudadanos los encargados a partir de ahora de recibir el resultado de las pruebas y comunicárselo a los pacientes afectados. Con el descenso del número de positivos, están siendo desmanteladas las unidades que se crearon durante la pandemia y que "han ayudado a tener una buena situación y capacidad en los hospitales", tal como afirmó ayer la presidenta del Govern, Francina Armengol, en una visita al centro de coordinación de la Covid-19, que seguirá activo para centralizar la información.

Desde su puesta en marcha el 13 de marzo, coincidiendo con el comienzo del estado de alarma, ha contado con 48 profesionales con el fin de evitar la expansión del virus mediante la realización de 6.000 muestras y 700 llamadas diarias de control y seguimiento a personas con síntomas, entre otras funciones. Además, desde el pasado 11 de mayo, un equipo de enfermeras y auxiliares iniciaron el rastreo de contactos y, entre los 532 que tenían alguna relación con infectados, se detectaron 135 casos de coronavirus.

Esta labor se ha trasladado a los 45 centros de Atención Primaria de Mallorca y a los del resto de las islas, y se encargarán de ello 150 profesionales sanitarios recién formados. Dichas contrataciones han empezado a hacer un estudio y seguimiento de los contactos más estrechos de los pacientes con Covid-19 con el fin de saber, a través de pruebas PCR, si se han contagiado. Los rastreadores han sido repartidos por los centros de salud en función de la problación que atienden; si se encuentran en zonas turísticas, ya que pueden registrar un aumento de usuarios en verano; y si hay una residencia de ancianos en su área de actuación, entre otras variables. Y piden a los nuevos casos confirmados que se mantengan aislados las dos semanas necesarias y que sean responsables para evitar la transmisión del virus.

El refuerzo de los sistemas de vigilancia epidemiológica era uno de los requisitos exigidos por el Gobierno para pasar a la fase 2 de la desesecalada, en la que ahora estamos. Su cumplimiento y la buena evolución de la pandemia en general se deben al "trabajo magnífico de los profesionales para proteger la salud de la ciudadanía", en palabras de Armengol, que trasladó su "agradecimiento" al personal del centro de control. "Somos conscientes de lo que han demostrado y de la necesidad de un sistema de salud público".