Aunque al inicio de esta pandemia circuló una información que aseguraba que el consumo de tabaco protegía frente a una posible infección por coronavirus, Ernest Sala, jefe de Neumología de Son Espases, no está muy convencido de su verosimilitud y asegura que pese a que los pacientes con insuficiencias respiratorias no son los que se han visto afectados de manera más grave por el nuevo virus, "el hecho de ser fumador o exfumador aumenta el riesgo de contraer la Covid-19 y de que esta prospere", asienta.

El especialista explica que el tabaco aumenta el número de receptores ACE2 en el organismo del fumador, una proteína que el SARS-CoV-2 utiliza para entrar en las células respiratorias. "Esto podría explicar el alto riesgo de desarrollar una Covid-19 grave por parte de los fumadores", sopesa. El jefe de Neumología admite la existencia de estudios firmados por algunos autores en los que se especula sobre un posible factor protector de la nicotina frente al coronavirus, pero Sala matiza que se ha llegado a esa conclusión sin una evidencia científica clara y a raíz de ensayos realizados con un número bajo de pacientes.

Respiratorios desaparecidos

No obstante, sí admite el experto que "no hemos visto a nuestros pacientes respiratorios crónicos durante esta crisis sanitaria. A diferencia de lo que ocurre en las epidemias de gripe, en la que sí se ven afectados y notamos su afluencia, en esta pandemia de Covid-19 no hemos visto a estos pacientes", diferencia. "El porcentaje de estos pacientes crónicos respiratorios que han tenido que ser ingresados es bajo, de menos de un 5%, ronda incluso el 3% del total", revela.

El jefe de Neumología sostiene que mientras otras patologías como la diabetes, la obesidad, las enfermedades cardiovasculares o la hipertensión, disfunción que padecía el 40% de los pacientes Covid-19, eran más habituales en las personas más perjudicadas por el nuevo patógeno, los afectos por una enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) o por asma apenas suponían el 5% de las víctimas del SARS-CoV-2. "No son los pacientes con los que el coronavirus se ha cebado más. Su perfil más habitual era el de un enfermo cardiovascular o pluripatológico con una cierta edad ya, por encima de los 70 años", sintetiza Sala.

Hecha esta salvedad, el experto matiza que si el coronavirus infecta a un paciente fumador o exfumador con problemas respiratorios crónicos, sin duda lo pasará peor que otro que no lo sea.

Así, según ha puesto de manifiesto un estudio de Pfizer publicado este mismo mes de mayo, el tabaco es un factor negativo en el contexto de la nueva enfermedad.

"Según esta publicación, los fumadores tienen 1,4 más probabilidades de desarrollar síntomas severos de la Covid-19. Y 2,4 veces más de tener que ingresar en las UCI, necesitar de ventilación mecánica e incluso de morir. El tabaco se asocia con la progresión más negativa de la Covid, pero son necesarios más estudios para aclarar su rol en la incidencia, progresión y mortalidad en esta enfermedad", concluye.

Un 41,4% de las baleares fuma

La prevalencia de consumo de tabaco en el último año en Balears es del 36,2%, ligeramente superior a la media nacional (35 %). Este consumo representa un 29,6% entre los hombres y un 41,4% entre las mujeres. Asimismo, y teniendo en cuenta el consumo de tabaco diario por parte de la juventud en el último mes, la prevalencia de consumo es del 7,4 %, ligeramente inferior que la anterior encuesta.

El tabaco está relacionado con el 76% de las muertes por cáncer en los hombres (pulmón y tumores digestivos en primer lugar) y el 57% en las mujeres (en primer lugar tumores digestivos, seguidos de cáncer de pulmón).