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Entrevista

Antoni Grau: "De esta pandemia podemos aprender que es posible convivir de otra manera con la naturaleza"

"Si las personas no molestamos a los animales, han llegado para quedarse en las ciudades"

Antoni Grau posa para esta entrevista en la Llotja del Peix. Guillem Bosch

P ¿Se puede hablar de una venganza de la naturaleza a raíz de la pandemina del coronavirus

R (Ríe). No.

P ¿La naturaleza no ha recuperado lo que es suyo?

R La naturaleza se adapta a cualquier cambio muy rápidamente. Y cuando la presión humana baja, se da cuenta enseguida. No se puede hablar de una venganza como tal porque la naturaleza no tiene espíritu vengativo. La naturaleza, en general, percibe los cambios de forma rápida, y entonces los aprovecha si puede.

P ¿No se puede considerar que los humanos hemos explotado los recursos?

R Los humanos modificamos todo lo que nos rodea. Explotar de una manera o de otra no deja de ser una modificación. Cuando dejamos de hacer nuestras actividades, evidentemente la naturaleza recupera aquello que ha perdido, por decirlo de alguna manera. Los que tenemos intencionalidad somos nosotros, esto es lo que quería decir.

P No se han visto en estos casi tres meses ni senderistas, ni cazadores, ni vehículos a motor. ¿Ha sido como un efecto sanador para las especies en peligro?

R Aquí quiero decir dos cosas. Por un lado, antes de la Covid, que viene de hace años, la relación de las personas con la naturaleza y los animales ha cambiado. Independientemente de la Covid, había una cierta recuperación de las ciudades, sobre todo por parte de los pájaros. No solo aquí. Muchos vídeos que se vieron eran anteriores a la Covid, por ejemplo, jabalíes, coyotes en Nueva York o delfines en Venecia. Cualquier persona que tenga un jardín en su casa, como es mi caso, verá que hay almendros, por ejemplo. Y esto pasa porque las personas occidentales ya no vemos los pájaros con la idea de comerlos. Con el tema de la Covid, por un lado esto lo ha reforzado, pero también ha originado que le gente se percatara. Se ha fijado más porque dos o tres meses tampoco es tanto tiempo. No provoca cambios drásticos. Había un cambio social en las personas que ya lo estaba promoviendo, y esto es importante decirlo. En temas marinos, en la Conselleria hemos hecho algunas comprobaciones y apenas ha habido cambios. Lo que sí pasa es que algunas cosas que se producían de forma natural, como la entrada de delfines en los puertos, la gente no se fijaba porque lo hacían de noche y ahora ha sido de día.

P Lo que sí se han visto son delfines en Venecia y aguas limpias, cuando siempre están muy sucias.

R Pero es que aquellas imágenes no eran del canal de Venecia, eran de Cerdeña. Ha habido muchos fakes. Pero sí ha habido fotos del Port d'Andratx, de Sóller o Palma que sí eran reales, con delfines en los puertos. Los delfines en Balears se acercan a tierra en invierno por el ruido de las barcas, esencialmente. En esto sí que ha habido un cambio, pero no es que haya más delfines, simplemente que los hemos visto.

P ¿Los animales han llegado para quedarse en las ciudades?

R Si las personas no les molestamos han llegado para quedarse. Es un tema general del mundo occidental. A todos los animales grandes, lo que más les afecta es que las personas los maten. En estas imágenes de Chernobyl, que hace 25 años que no hay nadie, hay de todo. Cuando los animales terrestres reconquistan las ciudades es porque las personas les hemos dejado de agredir. Esto sí que lo ven rápido. En Mallorca no tenemos animales grandes, pero sí muchos pájaros, y son animales salvajes, no son domésticos.

P ¿Es verdad que Chernobyl es una de las zonas de Europa con más fauna?

R Sí, más que fauna, megafauna, con alces, bisontes, etc. Los animales han descubierto que era un área muy grande, han visto que no hay nadie que les moleste y rápidamente colonizan lo que sea. Está clarísimo.

P ¿Qué anomalías se han descubierto en las ciudades? ¿Se han visto especies que no había antes?

R Muchos pájaros que vivían fuera de las ciudades, como el mirlo, que cantan todo el día por las calles de Palma, es un ejemplo muy evidente. No es un efecto de la Covid, es un efecto de este cambio social que se está produciendo poco a poco. Un segundo ejemplo es la paloma torcaz, que se ha visto no solo en Mallorca, sino en el Retiro de Madrid, en Barcelona o Berlín. Es totalmente salvaje. Hay miles de palomas torcaces en Son Rossinyol, delante de la Conselleria de Medio Ambiente. Y que quede claro que no son palomas domésticas, sino animales terrestres. Curiosamente pasan cosas contrarias. Yo no soy ornitólogo, pero hay gente que dice que los gorriones han ido a menos por un tema de cambios en el campo. La tendencia de que los animales colonizaron las ciudades, sobre todo las zonas ajardinadas, es mundial, al menos en el mundo occidental. Y la razón es el cambio en la sociedad, que ya no se ve a los animales como un objeto para comérselos, sino como un tema social. La Covid nos ha permitido ver mejor el cambio, pero éste no ha sido en tres meses.

P ¿Se podrían ver flamencos en playas u otras especies que busquen nuevos territorios?

R Un caso evidente es la garceta blanca (agró blanc), un pájaro precioso, blanco con patas negras. En toda la costa hay. Come cangrejos. Hace veinte años no había ni uno y ahora está lleno. O las garcillas bueyeras (esplugabous), que están al lado de las ovejas y vacas. Animales de este estilo han ido a más, pero es por una tendencia de los últimos veinte años, no de los últimos tres meses. También el cormorán (corb marí). Yo vivo en el Port d'Andratx, y te paseas por la carretera y los ves, y nadie les molesta. Hay ciertos pájaros que aprovechan que las personas les dejan de molestar.

P ¿Por qué se produce esta tendencia?

R Es un tema social, de que la educación de las personas y su relación con los animales ha cambiado. El hecho de ver la fauna silvestre como un acompañante más que como una fuente de proteínas, en esencia es esto. Y no solo pasa en España, sino en toda Europa y en América del Norte. Un poco por todo el mundo. La visión que tenemos de la fauna ha cambiado hacia bien, hacia no agredirla.

P ¿Se puede dar que algunos animales pierdan el miedo al ser humano?

R Claro que sí. Por supuesto. Se dejan acercar mucho más. El comportamiento de los animales tiene una cuestión de aprendizaje. Los animales, sobre todo los jóvenes, van probando, y si están al lado de los humanos tienen más comida y se hacen más dóciles. En las islas donde no había humanos, los animales eran simples. Si no están habituados a las personas o si estas dejan de molestarlos, se dejan acercar mucho más.

P Lo que sí que no son fakes son las aguas cristalinas. ¿Puede ser que algunas especies marinas se estén reproduciendo en estos meses en que no ha habido movimiento en el mar?

R Esto sí que es evidente. La inmensa mayoría de especies marinas del Mediterráneo se reproducen en primavera. La razón es muy sencilla. En primavera es cuando el agua está más tranquila. Cuando los peces ponen los huevos con el agua tranquila, la posibilidad de que los huevos y crías no se vayan muy lejos y vuelvan donde viven los padres, es más grande de que si lo hacen en septiembre, cuando siempre hay temporal. La inmensa mayoría de organismos marinos crían en primavera, al menos en el Mediterráneo occidental. Pero está claro que una situación de calma y no perturbación habrá favorecido a los padres para criar tranquilos. Un caso evidente es la chopa (càntera), que en primavera hace nidos en el fondo del mar y son muy fáciles de coger porque el padre defiende el nido, y si vas con una escopeta te lo cargas. Estos meses de tranquilidad lo habrán gozado porque los padres habrán podido criar con tranquilidad. Lo de la transparencia del agua, a los peces no les afecta mucho, pero se ha demostrado que si no la removemos con los barcos, en los puertos están muy limpias.

P ¿La falta de gente en las calles puede provocar la desaparición de ratas o palomas, por ejemplo?

R Igual que muchas especies en las que si el hombre recula ellos ganan terreno, las especies que se benefician del hombre pueden perder terreno. Lo que pasa es que estas especies que se benefician del hombre son muy adaptables, si no hay una cosa, se agarran a otra. En los casos de las que reculan, están ligadas a espacios agrarios. Como lo que retrocede, en Mallorca en particular y en Europa en general, es la agricultura, todas las especies que están ligadas a espacios agrarios, que ahora se están convirtiendo en bosques, sí vuelven atrás. Es curioso porque muchos ecologistas ven que sus preocupaciones dejan de ser de especies de montañas y bosques, y ahora son más comunes, como el gorrión. El gorrión corriente en Europa, y en Mallorca no tanto, dicen que está reculando a marchas forzadas. Aunque le identificamos en las ciudades, vive mucho de los campos de cultivo, y como que reculan, y aquí en Mallorca es muy evidente, pues hay menos gorriones. Lo importante es ser consciente de que el hombre está aquí desde hace miles de años y hemos modificado la naturaleza. Lo que vemos, no es lo que vieron nuestros abuelos, y si nos vamos a los tiempos de los romanos no tiene nada que ver. Si cambiamos nuestra relación con la naturaleza, las especies que se habían adaptado a nosotros se tendrán que readaptar a otras circunstancias o irán a menos.

P ¿Habrá más o menos mosquitos este verano?

R Ni idea.

P ¿Las plantas pueden crecer mejor en el entorno urbano durante el confinamiento?

R No lo creo. Es un poco como todo. Si la gente no pisa las plantas crecerán más. Así como los animales tienen un comportamiento, las plantas no.

P ¿Las gaviotas empiezan a dominar el territorio por encima de las palomas, o son compatibles?

R Las gaviotas son los animales más adaptables que hay. No sé si dominan más que las palomas, pero son capaces de aprovecharse de cualquier recurso. Las gaviotas vivían antes esencialmente de la basura, y ahora se dedican a otras cosas. Si luchasen entre ellas, las gaviotas posiblemente acabarían dominando porque pueden comer cosas que las palomas no pueden. Y además son capaces de comerse lo que comen las palomas. La paloma doméstica está acostumbrada a que los humanos le den de comer; las gaviotas en cambio pueden apañarse con cualquier cosa.

P La OMS ha propuesto cerrar los mercados de animales salvajes. ¿Hay que prohibirlos?

R Posiblemente sí. El tema de mercados de animales salvajes tiene dos componentes. Uno, el sanitario. Lo que ha pasado ahora posiblemente ha ocurrido en otras ocasiones, pero que un animal silvestre pase una enfermedad a los humanos, si eso quedaba en una aldea remota de China, no pasaba de ahí. Lo que pasa hoy en día es que la facilidad de movimiento hace que una persona enferma de una cosa rara lo escampe por todo. Otro tema es la parte biológica, que me afecta más. Muchas especies animales se están extinguiendo porque el ser humano alardea de comerse animales que no tienen valores culinarios, como el tigre, rinocerontes, etc. Hay muchas especies de África y Asia que están en peligro de extinción por comérselas, no por una cuestión de supervivencia, sino como un tema de riqueza, de opulencia. Por esto pienso que se tendría que prohibir porque acabarán con estas especies.

P ¿Está calculado a qué nivel se ha reducido el CO2 en Palma

R Debe ser muy grande. Una de las fuentes de gases son los coches y los cruceros. Por pura lógica se debe haber reducido.

P ¿La situación que estamos viviendo es artificial, transitoria, o ha venido para quedarse?

R Es que todo es artificial. Vivimos en un mundo que nosotros hemos creado. Lo que sí puede servir es para que la gente entienda que todo lo que hacemos tiene consecuencias, incluso lo cotidiano. Pero vivimos en un mundo artificial. Todo lo que vemos es obra del hombre. Si lo deja de hacer no sé si volveríamos al estado inicial porque no sabemos ni cómo era, pero lo que es evidente es que toda nuestra actividad tiene consecuencias, en un sentido o en otro.

P Los ecologistas siempre resaltan la incompatibilidad del sistema económico con la naturaleza.

R ¿Y si no hay este sistema económico qué hacemos? El tema es convivir con la naturaleza. Ha sido tan alterada por el hombre que no es posible volver atrás. Lo que sí es posible es actuar de otra manera para que sea compatible con nuestra actividad. Puede que lo que hemos vivido nos sirva para reflexionar, pero tampoco hay muchas opciones. Si se para el mundo nos morimos, porque esta situación de meses no resistiría durante años.

P ¿Cuándo se podrán apreciar los efectos de los posibles beneficios del confinamiento?

R Lo que hay que hacer ahora es, en lugar de ir a pescar como si se acabara el mundo, seguir yendo de la misma manera que íbamos antes. No hay que incrementar el esfuerzo, sino que todo lo que se ha ganado -no mucho pero algo sí- se mantendrá mucho más tiempo. Hay aspectos como la limpieza del agua que es difícil que se mantenga porque volverá la actividad de barcas. Sirve para reflexionar de que si bajamos un poco el listón la cosa mejora bastante. Tampoco puede mejorar de forma drástica porque si no desapareces. La naturaleza sin nosotros tampoco tiene demasiado sentido.

P ¿Qué podemos aprender? ¿Es una oportunidad para construir nuevas formas de vinculación con la naturaleza?

R Sí. Lo que tenemos que aprender es que nos podemos relacionar con la naturaleza, la fauna y la flora silvestres de otra manera a cómo lo hemos hecho hasta ahora. Hemos de convivir con la naturaleza y se puede haber aprendido que es posible convivir de otra manera, pero no sobrevivir. La naturaleza es generosa y responde muy bien. Aprovecha siempre las oportunidades que le damos.

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