Las residencias de ancianos y de discapacitados de Balears deberán presentar un plan de contingencia a la Conselleria de Salud para poder recibir a nuevos usuarios, ante la situación generada por la COVID-19, y con el objeto de garantizar la seguridad de todos los usuarios. El equipo de coordinación sociosanitaria formado por directivos de los consells y de las conselleries de Servicios Sociales y Deportes y de Salud y Consumo exigirán a dichas instalaciones la presentación de un plan de contingencia antes de poder recibir a nuevos usuarios, detalló ayer Salud en un comunicado.

El pasado miércoles, la Conselleria de Asuntos Sociales y Deportes anunció que, a partir del 1 de junio, y siguiendo siempre las indicaciones sanitarias, se permitirán los nuevos ingresos en los servicios sociales de tipo residencial y las viviendas supervisadas para personas mayores, dependientes, con discapacidad o diagnóstico de salud mental.

Salud precisó ayer que el plan deberá detallar de forma exhaustiva los recursos humanos y materiales de los que dispone la residencia, así como de qué manera está previsto organizar la actividad en zonas diferenciadas para poder aislar a personas con síntomas compatibles con COVID-19 o personas que son casos confirmados, o que han sido contactos estrechos de un caso confirmado, con el fin de ubicar a cada usuario en el área más adecuada.

Además, a todos los residentes se les realizará una valoración para poder ofrecerles el recurso sanitario más adecuado a cada uno de ellos en caso de descompensación o de infección por SARS-CoV-2. Cada residente deberá tener un plan actualizado de cuidados que contemple todas las áreas: movilización y adecuado mantenimiento de la postura; higiene y vestimenta, y el control de diuresis o deposiciones, así como la estimulación del aprendizaje, entretenimiento y ocio.

Facilitar la comunicación

Las residencias definirán también un plan de comunicación con las familias que les permita conocer el estado del residente, así como que el residente pueda tener también información de su familia y mantener contacto en línea siempre que sea posible. Además, deberán garantizar que las visitas se producen de forma segura, con todas las medidas que recomienda la autoridad sanitaria, como la higiene de manos, el mantenimiento de la distancia de seguridad y el uso de mascarillas.

En cuanto a los recursos humanos, los centros tendrán que indicar los trabajadores de los que disponen por categoría y por turno y la ratio de profesionales y usuarios.