El conseller de Educación, Martí March, afirmó ayer que su departamento prevé abrir las cuatro 'escoletes' que dependen de la Conselleria (una en Palma, otra en Eivissa y dos en Menorca) cuando Balears entre en la fase 3 de desescalada, así como ampliar a más cursos las tutorías presenciales que a partir de hoy podrán hacer, con cita previa y un máximo de cinco alumnos, los cursos de 6º de primaria, 4º de ESO, 2º de Bachillerato y los segundos cursos de los grados medio y superior de FP, así como atender a los alumnos de educación especial.
March realizó estos anuncios en una comparecencia ante el pleno del Parlament comparecencia ante el pleno del Parlament para informar sobre la desescalada en los centros educativos de Balears. Entre otras cuestiones, resaltó que la Conselleria ha destinado 460.000 euros para material de protección ante el coronavirus que se ha repartido entre los centros públicos y concertados para la actual fase dos, incluyendo mascarillas, pantallas de protección, gel hidroalcohólico y cajas de guantes.
El conseller, quien apeló al consenso educativo pero también político para poder "encarar con éxito" el próximo curso, que está "lleno de incertidumbres", incidió en que la Conselleria ya trabaja en la preparación del curso 2020-21, con tres posibles escenarios: clases presenciales dentro de la normalidad, semi presenciales o telemáticas por confinamiento en función de cómo evolucione la pandemia. Para ello, se crearán comisiones específicas, con la participación de todos los implicados en la educación balear, con el fin de planificar. Entre otras medidas, defendió un plan de refuerzo educativo y una reforma curricular que priorice las materias básicas.
Además, dejó claro que defenderá ante el Ministerio la necesidad de "una partida económica específica por el Covid-19 para la educación", con el fin de contar con recursos ante el nuevo curso. Precisamente la necesidad de reforzar el número de docentes fue planteado tanto por grupos de la oposición como por Més, sin que March se comprometiera ante la difícil "situación económica".
Los portavoces de la oposición, que no ahorraron críticas a la gestión de la Conselleria, también pidieron soluciones para la conciliación, sin lograr una respuesta positiva de March quien consideró que ese asunto requiere un plan que excede del ámbito educativo.
Junto a ello, en respuesta a Lina Pons (El Pi), explicó que se han detectado "un millar de alumnos" que se han ausentado de las clases telemáticas desde la suspensión de la enseñanza presencial con la declaración del estado de alarma.
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