El centro de Palma presentaba ayer el típico aspecto lánguido y pausado propio de un domingo de agosto. Nada nuevo en estos tiempos de semiconfinamiento. Pero lo curioso de ayer es que, en algunos negocios cerrados al público, la actividad bullía por dentro. Tocaba dar los últimos retoques para la segunda fase de la nueva normalidad [vea aquí las imágenes].

En el escenario que se abrirá a partir de hoy, reabren por ejemplo los grandes centros comerciales, como El Corte Inglés, donde ayer sus empleados perfilaban los últimos detalles antes de la reapertura. Como explicó el director de Relaciones Externas, Antonio Sánchez, se han implantado sistemas de higienización y seguridad, que empiezan desde la entrada de los propios trabajadores, a los que se toma diariamente la temperatura antes de comenzar su jornada.

Sánchez detalló que habrá un control del aforo general e, incluso, en cada planta para evitar que haya aglomeraciones. El uso de los ascensores estará limitado a personas mayores, con movilidad reducida, embarazadas o padres con carritos de bebé.

Prendas de ropa

En la nueva normalidad de los grandes centros comerciales, los clientes se encontrarán con pegatinas en el suelo que marcarán la preceptiva distancia social. Tampoco habrá probadores contiguos abiertos, garantizando la separación. Igualmente, se han instalado mamparas en cajas y mostradores. Otra de las principales medidas que empezarán a aplicarse en El Corte Inglés afectará a las prendas de ropa. Una vez probadas y si no se efectúa su compra, serán objeto de una higienización mediante un sistema de planchado de vapor o bien una exposición a luz ultravioleta. Lo mismo se hará con las prendas que sean objeto de devolución. Para probar sombreros o zapatos, deberán utilizarse también protectores, mientras que, por ejemplo, las gafas serán limpiadas cada vez después de que se las pruebe un cliente.

Otros protagonistas que entran en escena son los restaurantes y bares, que pueden volver a atender clientes en su interior, con un 50% de aforo permitido en Balears, según anunció ayer la presidenta Armengol. "Empezamos con cautela, la verdad es que no sabemos cómo nos irá", manifestó Nacho Velasco, propietario de la Vermutería La Rosa del centro de Palma, que reabrirá en los próximos días. Velasco explica que, como parte de los preparativos para la reapertura, han realizado una profunda tarea de limpieza y desinfección, y han reorganizado el sistema de mesas para garantizar la separación entre clientes. Después de cada servicio, agrega, se realizará también una intensa limpieza de mesas y sillas. Para hoy, los lugares en los que está prevista más afluencia son las playasestá prevista más afluencia son las playas, donde se permitirá el baño recreativo. Para advertir a los bañistas sobre la necesidad de evitar aglomeraciones se han colocado carteles informativos. A partir de hoy, también pueden reabrir cines y teatros y se autorizan las visitas a residentes en geriátricos.

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