Los farmacéuticos hemos estado desde el inicio de la crisis en primera línea para hacer frente a la pandemia por COVID-19. Las farmacias nos hemos adaptado sobre la marcha y en tiempo record al contexto sanitario para que los ciudadanos sigan recibiendo atención sanitaria desde el primer momento y que sus tratamientos no se vieran interrumpidos. No hemos dudado ni un momento, a pesar de lo incierto de la situación y el riesgo de las primeras semanas, en acudir a nuestros puestos de trabajo para seguir atendiendo a la población. Las farmacias pusieron en marcha estrictas medidas de seguridad e higiene desde el inicio, con protocolos estandarizados que han permitido seguir atendiendo a los pacientes y que estos sigan con sus tratamientos, para asegurar así tanto su atención farmacéutica como la continuidad del SNS.

La respuesta de los ciudadanos ha sido, como siempre, impresionante. La sociedad civil siempre ha sabido, y hoy más que nunca, que el farmacéutico está a su lado en todo momento. Recibimos su cariño y gratitud a diario y eso es lo más importante y valioso para nosotros.