Ni los propios responsables de Vox en Balears se lo podían creer. La manifestación de automóviles convocada por esta organización política durante la mañana de ayer, con el objetivo de exigir la dimisión al completo del Gobierno de Pedro Sánchez, concentró a casi 2.000 vehículos en el centro de la ciudad, según los datos de la Delegación del Gobierno (1.700 turismos y unas 150 motos), con una media de tres personas en cada automóvil, lo que sitúa la cifra de participantes en más de 5.000. El resultado, además de evidenciar el malestar de una parte de la sociedad isleña contra el Ejecutivo central, fue el colapso circulatorio en las Avenidas y las calles adyacentes.

La sorpresa ante el alcance de la participación fue admitida desde el primer momento tanto por el presidente de Vox Balears, Jorge Campos, como por el diputado en el Congreso Toni Salvá.

El primero subrayó que sus previsiones se habían visto "desbordadas", hasta el punto de calificar lo que estaba sucediendo como la "mayor manifestación de coches de la historia de Palma" y de "éxito sin precedentes". El segundo expresó que una participación tan elevada e inesperada "anima mucho porque a veces uno se siente muy solo" en el Congreso.

El mensaje de ambos fue muy similar: el Gobierno de Sánchez debe dimitir en bloque para dar paso a otro de concentración y de carácter técnico que saque a España de la crisis sanitaria y económica generada por el coronavirus, al considerar que la gestión del actual Gabinete "comunista" está llevando al país a la ruina y que no ha dejado de engañar a los ciudadanos, como ha quedado reflejado en su reciente pacto "con ETA" ( en referencia al alcanzado con Bildu sobre la derogación de la reforma laboral) y a los que se han alcanzado con los independentistas".

Esa misma reclamación se extendió al Govern de Francina Armengol, a la que Jorge Campos acusó de estar gobernando con los equivalentes a Bildu en las islas, adjetivo que se asignó a Més, organización a la que también se le reprochó la pretensión de querer romper España.

La concentración de vehículos se inició bastante antes de las 12 de la mañana, hora en la que éstos comenzaron a circular por las Avenidas para llegar hasta el Parc de la Mar, seguir frente al Consolat, sede del Govern, y llegar a Vía Argentina y Paseo Mallorca, punto donde se dio por concluida la protesta y se desvió toda esta caravana hacia la zona de Es Fortí. Para hacer ese recorrido se tardó más de una hora, lo que refleja el colapso que se generó en el tráfico de la zona. Y a la vista del éxito, Campos anunció al concluir la posibilidad de convocar nuevas protestas de este tipo.

Himnos y banderas

La manifestación contó con la presencia de otros responsables de Vox, como el concejal Fulgencio Coll, que apareció envuelto en una bandera española como si se tratara de una capa, o la coordinadora Montse Amat. Y durante su celebración pudieron escucharse el himno nacional, el de la Legión, el de la Guardia Civil, gritos de "Viva España" y verse cientos de banderas bicolores, entre otras.

El mensaje de Vox era claramente compartido por los participantes en la protesta. Juan Lucas Palmieri, que ha vivido 30 años en Venezuela, recordó que en ese país tampoco supieron ver lo que se avecinaba y defendió la necesidad de parar los pies al actual Gobierno español; Juana María Prats lamentó que España sea ya irreconocible y acusó al Ejecutivo de Pedro Sánchez de estar engañando y arruinando a los españoles; mientras que Benjamín, Eugenia y Esperanza hicieron especial hincapié en la indecencia que para ellos supone el haber pactado con los "filoetarras" de Bildu.