Los hoteleros de Mallorca tienen marcado en rojo una fecha en el calendario para una reapertura más o menos significativa. Y esa fecha no se encuentra en este mes ni en junio. El uno de julio es la fecha en la que, en principio, confía el sector para empezar a recuperar cierta actividad aprovechando la anunciada recuperación de las conexiones aéreas y la activación de los corredores turísticos para garantizar unos viajes bajo estrictos parámetros de seguridad sanitaria.

De esta forma, los hoteleros descartan que el inminente paso a la fase dosen el proceso de desescalada, en que se permite que los hoteles abran sus zonas comunes, pueda suponer alguna variación en el actual escenario turístico, en que apenas hay unos pocos alojamientos abiertos y Son Sant Joan está bajo mínimos.

Así lo subrayan desde la Federación Empresarial Hotelera de Mallorca, donde aseguran que la planta turística "sigue absolutamente afectada por las restricciones de movilidad, continúa sin ningún tipo de ingresos y no puede retomar la actividad a riesgo de perder las exenciones de cuotas a la Seguridad Social", en alusión a la posible reincorporación de trabajadores afectados por expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE).

La FEHM sostiene que debe clarificarse si se prorrogan las condiciones de los ERTE y si se impulsarán medidas para "incentivar" las apertura de establecimientos y ayudar a los que no estén en condiciones de hacerlo. "Hay que acabar con esta incertidumbre para poder adoptar decisiones empresariales", argumentan desde la patronal hotelera.

Recuperación de vuelos

Los anuncios de los últimos días de que varias compañías retomarán los vuelos -Cóndor, por ejemplo, los recuperará a partir del 25 de junio- insuflan algo de esperanza a la industria hotelera, que, puestos a ser optimistas, se aferra también a la incidencia más relativa que ha tenido la pandemia en Balears en comparación con otras regiones.

Un dato que, en opinión del sector, puede colocar en una "posición aventajada" a Mallorca para recuperar el flujo turístico "tan pronto como sea posible" y salvar mínimamente un año para olvidar, que ya deja en los balances los primeros resultados negativos.

De hecho, ayer se conocieron los resultados de un barómetro realizado por STR y Cushman & Wakefield, que revela que en España los ingresos de las compañías hoteleras por habitación disponible cayeron un 27% en el primer trimestre del año, y eso que el confinamiento no se decretó hasta mediados del mes de marzo.

Ello da una muestra de la debacle a la que se enfrenta el sector turístico, que está a la expectativa de cómo se concreta una primera prueba piloto que tendría lugar a mediados de junio. Se trataría de iniciar de forma controlada vuelos con algunos destinos de Alemania como antesala de una mayor apertura a partir de julio.

En esos primeros viajes, se aplicarían los nuevos protocolos de seguridad para garantizar el distanciamiento social y unas estrictas medidas sanitarias, con el objetivo de trasladar una imagen de tranquilidad a los mercados emisores.