La falta de acuerdo entre los tres partidos del pacto (PSIB-PSOE, Més per Mallorca y Podemos) ha impedido que el Consell de Govern aprobara hoy el decreto ley que pretendía frenar el crecimiento urbanístico con una moratoria de licencias que afectaba al suelo urbano no consolidado y al suelo rústico.

Las discrepancias entre las formaciones obligan a postergar la aprobación de la normativa que estaba negociándose, a la que el Pacto pretendía dar luz verde hoy.

Se trataba de un decreto de medidas urgentes destinadas a contener el crecimiento de nueva urbanización y reforzar la protección del suelo rústico. Distintas fuentes del Ejecutivo confirmaron que había acuerdo político sobre los objetivos, pero no en la concreción de algunas de las medidas, en especial en lo que se refiere al suelo rústico. En este ámbito, según las fuentes consultadas, los negociadores del PSIB plantearon ayer discrepancias con cuestiones defendidas por Més con respecto al alcance de las restricciones, aunque sí hubo acuerdo en reducir los parámetros de construcción en rústico común, reduciendo la superficie construible máxima.

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