La complejidad, la falta de claridad, la incoherencia y la inclusión de artículos contradictorios, son algunos de los puntos débiles que Marta Vall-Llosera, decana del Colegio de Arquitectos de Balears, ha señalado a la hora de analizar el decreto. Según Vall-Llosera esta falta de claridad puede dar pie a interpretaciones equivocadas de la norma con la consiguiente inseguridad jurídica. El colectivo de arquitectos también ha recibido el decreto ley con "cierta decepción y también sorpresa puesto que se ha elaborado sin consultarnos y nos hemos enterado de su aprobación por los medios de comunicación, sin posibilidad de intervenir en aspectos importantes de ámbitos como el urbanismo o la ordenación del territorio", apuntó su decana. Por otra parte Vall-Llosera recordó que el colectivo nunca ha sido partidario de "el urbanismo a medida" en alusión a las medidas contempladas en el decreto que permiten ampliaciones de hasta un 15% en hoteles y otras infraestructuras, y apuntó que los esfuerzos deberían centrarse en la rehabilitación, la regeneración de barrios, facilitar el acceso a la vivienda y en la mejora de la eficiencia energética de los edificios. En cuanto a la introducción de la declaración responsable para conseguir rapidez en los trámites, la decana señala que no hace más que trasladar el problema "del papel a la obra". Subrayó que con esta fórmula serán necesarias más inspecciones una vez iniciados los trabajos: "Se crearán problemas serios como litigios o paralización de obras", advirtió. En su opinión debería dotarse a las instituciones de los recursos necesarios para solventar este problema antes de comenzar de las obras y no una vez que ya están en marcha.