Argumentan motivos de complejidad jurídica para que el decreto ley de medidas extraordinarias para hacer frente a la crisis del coronavirus no haya visto todavía la luz. La realidad es que se está retrasando la publicación en el Boletín Oficial de les Illes Balears (BOIB) a raíz las fuertes tensiones internas existentes entre los socios de Govern sobre algunas de las medidas urbanísticas más polémicas.

El decreto se aprobó el pasado miércoles intentando limar discrepancias hasta el último momento entre PSIB y Més y después con Podemos. Ello provocó que la rueda de prensa de presentación se retrasara por espacio de 20 minutos y es que, según fuentes de Més y Podemos, minutos antes de que saliera la presidenta Francina Armengol todavía estaban negociando.

Armengol compareció acompañada del vicepresidente, Juan Pedro Yllanes (Podemos), y de la consellera de Servicios Sociales, Fina Santiago (Més). Los tres explicaron los diferentes puntos del decreto, pero en ningún momento se entregó un resumen, ni tampoco se emitió una nota de prensa por parte del Consolat, hecho sin precedentes cuando estamos hablando de un paquete de medidas de tanto calado. La nota de prensa se emitió ayer, un día después de la aprobación, cuando lo habitual desde hace años es que los acuerdos del Consell de Govern vayan acompañados de una nota de prensa de cada uno de los puntos aprobados y emitidas justo después de la reunión.

Ayer por la tarde, más de 24 horas después de la aprobación en Consell de Govern, todavía no había visto la luz ningún borrador de redactado del famoso decreto que ha levantado tantas ampollas entre los sectores de la izquierda y los grupos ecologistas, por lo que consideran "asumir las tesis de las patronales y de los hoteleros".

El Govern tampoco aclaró ayer si el decreto ley sería publicado en el BOIB de hoy o vería la luz el próximo sábado. Lo cierto es que según fuentes del Pacto todavía hay negociaciones y puede que existan cambios a lo adelantado ayer por Armengol, Yllanes y Santiago.

Desde el Ejecutivo autonómico explicaron que "se trata de un texto jurídico complejo y se debe revisar al detalle antes de su publicación en el BOIB, ya que después ya tendrá validez jurídica". Pese a ello existen numerosos precedentes de decretos y normativas complejas que han sido publicadas justo al día siguiente de aprobarse por parte del Consell de Govern.

Las discrepancias entre los socios del Pacto vienen, tanto por las medidas como por la filosofía. En lo que hace referencia a las medidas es patente que no es muy del agrado de Més y Podemos ampliaciones hoteleras de hasta un 15%, y eso que el PSIB proponía hasta un 20%. De igual modo, la reconversión de hoteles obsoletos en viviendas o laboratorios de investigación suena para los nacionalistas y los ecologista como una "tapadera" para la demanda histórica de los hoteleros que era poder convertir sus viejos establecimientos en apartamentos. "¿Quien va a querer montar un laboratorio de investigación en la Platja de Palma?", se pregunta un destacado dirigente de Més.

Por otra parte, desviar los fondos de la ecotasa es considerado como la desvirtuarían de un símbolo ecologista y de la izquierda y otra concesión a los grandes empresarios.

Las declaraciones públicas realizadas el mismo miércoles por el coordinador de Més, Antoni Noguera, no dan lugar a dudas a la existencia de fuertes discrepancias: "El PSIB-PSOE tiene una estrategia de partido de moverse en sectores vinculados al PP", apuntaba el líder de Més después de relatar la negociación.