El Ministerio de Sanidad ha establecido los protocolos de seguridad para el uso de las piscinas públicas, para velar por la salud de los usuarios. Este documento ha sido consensuado con las comunidades autónomas y por los representantes del sector que gestiona este tipo de establecimientos. No hay una fecha concreta de su entrada en vigor, ya que dependerá del plan de transición hacia una nueva normalidad, que no es la misma en todas las comunidades autónomas. Esta norma será de aplicación en todas las piscinas de Mallorca.

Las piscinas que dispongan de espacios cerrados, como vestuarios y baños, así como sala de botiquín, se ha de tener en cuenta la ventilación. El hacinamiento y la ausencia de ventilación son factores que favorecen la transmisión del virus, según recuerda el Ministerio de Sanidad. Si la ventilación se proporciona a través de medios mecánicos deben de estar en perfecto estado de mantenimiento y muy limpios. Una limpieza que debe trasladarse también a todo el mobiliario que se puede utilizar en la piscina, como por ejemplo escaleras de acero inoxidable, duchas, paredes, o taquillas.

También se debe prestar especial atención a las superficies de contacto más frecuentes, como son los grifos, las barandillas o los pomos de las puerta. Los técnicos, además, recuerdan que la desinfección es ineficaz si la superficie no ha sido previamente desprovista de suciedad que pueda servir de refugio de microorganismos.

Cada instalación debe tener un documento donde se establezca un protocolo para su uso y que responda a las características de la piscina. Por ejemplo, los desinfectantes que se pueden usar son diluciones de lejía o producto que se venden en el mercado y que han sido autorizados por el Ministerio de Sanidad.

Sobre el agua de la piscina, el protocolo del Ministerio establece que se debe realizar un proceso de depuración física y química, y además se deben realizar controles operativos y rutinarios. Para eliminar el virus hay que mantener correctamente el tratamiento y niveles de desinfección residual en el agua.

El protocolo aprobado determina también que los establecimientos de hostelería que se encuentran ubicados en la piscina deberán seguir los protocolos correspondientes a este sector. Pero las instalaciones deportivas y parques de juego no se podrán usar hasta que así se establezca en la oportuna fase de desescalada.

Para establecer el aforo se propone doblar la superficie por persona en los espacios al aire libre y triplicarla en los espacios cubiertos. Estas medidas solo son indicativas, ya que dependerán de la configuración de la piscina y de la zona públicas. En determinados casos se podrán establecer medidas más restrictivas para asegurarse el distanciamiento social.

En las piscinas públicas será el socorrista o el personal designado el responsable de supervisar el número de bañistas y limitar si es necesario el acceso a la instalación.

Para la entrada en las piscinas se propone dibujar o colocar bandas en el suelo de la recepción que marquen la distancia mínima entre personas de dos metros para acceder al mostrador y a la entrada.

Otra de las medidas que se proponen en este protocolo es que los establecimientos deben contar con sistemas para la desinfección de manos a la entrada, además de recomendarse el uso de calzado dentro de la instalación. También se pondrá a disposición de los usuarios una bolsa de plástico para el material desechable, que después se depositará en un cubo de basura a la salida.

En las zonas comunes las piscinas deben contar con una distribución espacial de al menos dos metros entre los usuarios. Todos los objetos personales, como puedan ser toalla, calzado o botes de crema, deben permanecer dentro del perímetro de seguridad y evitar que el resto de usuarios puedan tocarlos.

En el protocolo aprobado por el Ministerio de Sanidad se señala que no existe ninguna evidencia de que el coronavirus pueda transmitirse a las personas a través del agua de las piscinas, jacuzzis o spas.

El documento no hace ninguna referencia especial a las piscinas comunitarias, ni tampoco establece una fecha concreta para poder utilizar estas instalaciones.