La decisión de que los niños no vuelvan a clase este curso mientras sus padres sí se van reincorporando al trabajo deja a las familias con graves problemas para conciliar.

La Federación de Asociaciones de Padres de Alumnos (FAPA) pidió medidas de conciliación "plurales" para todos las familias a la conselleria de Educación, que razona que la conciliacion no es solo responsabilidad de la escuela. Así, FAPA se dirigó directamente al Govern y pidió una reunión con la presidenta Armengol para exigirle medidas diversas (como permisos retribuidos) de forma urgente.

Ayer, el conseller March tiró las responsabilidades más arriba al decir que esta necesidad social "no se puede plantear solo al Govern". El conseller reconoció que es necesario hacr una propuesta de conciliación, un tema "que ya no estaba resuelto antes y ahora se ha complicado más al no poder contar con los abuelos", pero señaló también la escuela "no debe ser la respuesta". Anunció que el Govern trabaja en un documento para que a nivel estatal se haga una propuesta "transversal" que implique diferentes áreas (Trabajo, Servicios Sociales...) e instituciones y en la que se impliquen "empresas, sindicatos, la sociedad en general...".

Desde la Educación, la contribución de la Conselleria a la conciliación será un plan de acompañamiento en junio y julio para los alumnos de Secundaria y los últimos cursos de Primaria (una sesiones de refuerzo educativo que ya se han impartido los últimos veranos con profesores voluntarios), además de facilitar con los ayuntamientos la puesta en marcha de escuelas de verano.

"La conciliación no se ha de fundamentar en la escuela, la escuela puede ayudar, pero la responsabilidiad no puede ser de Educación", concluyó March.