El camino hacia la 'nueva normalidad' va tomando forma. Justo dos meses después de que se decretara el estado de alarma, las residencias de ancianos en las Balears acogieron ayer las primeras visitas de familiares a sus usuarios. Catalina Cladera, presidenta del Consell de Mallorca, tildó de "emotivos" dichos reencuentros y agradeció la gran labor de todos los profesionales para evitar la expansión del coronavirus en los centros geriátricos.

"Precisamente ahora se cumplen dos meses desde que se decretara el estado de alarma y una de las primeras medidas que se tomaron en las residencias de ancianos fue suspender las visitas. Entendimos que era una decisión dolorosa para las familias, pero necesaria para controlar el virus. El esfuerzo que han hecho es muy grande y eso se refleja en las primeras visitas que han tenido lugar hoy (por ayer). Encuentros muy emotivos porque llevaban cerca de dos meses sin poder verse. Este es un primer paso hacia la nueva normalidad", indicó Cladera.

"De aquí en adelante iremos adaptando más medidas para acercarnos cada vez más hacia esa nueva normalidad, pero hay que ser conscientes que durante mucho tiempo se tendrán que seguir tomando muchas precauciones. Todas estas medidas han venido para quedarse durante mucho tiempo y son muy necesarias para preservar la seguridad y la salud de las personas vulnerables", reconoció la presidenta del Consell, quien acudido este jueves a la residencia Oms-Sant Miquel, para comprobar "cómo se llevan a cabo estas visitas".

Cladera agradeció "la gran labor de todos los profesionales" que trabajan en los centros geriátricos y cuya "gran gestión" ha permitido que se haya controlado el virus y haya existido un "porcentaje muy bajo de contagios".

Por su parte, Javier de Juan, conseller de Derechos Sociales y presidente del IMAS, explicó la organización de dichas visitas en los centros de ancianos. "Todo va por cita previa. Las encuentros se espacian en el tiempo para que no coincidan unos turnos con otros. Somos muy conscientes de que ver a un familiar y no poder abrazarle es muy duro para todos, pero es necesario mantener la seguridad si queremos seguir avanzando", subrayó.