El Pacto de izquierdas no quiere ni oír hablar de un recorte de cargos políticos o de sueldos de los dirigentes del Govern a consecuencia de la pandemia del coronavirus. Es más, cuando desde la oposición se lo plantean se atrincheran tirando de demagogia y desviando el debate o las preguntas.

Así ocurrió ayer en varias ocasiones en el pleno del Parlament cuando desde la oposición, en concreto la diputada de Ciudadanos Patricia Guasp, les propuso acometer un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) suprimiendo el 50% de los cargos políticos y asesores.

La primera en atrincherarse fue la presidenta del Govern, Francina Armengol, que evitó en dos ocasiones pronunciarse cuando se le planteó el ERTE de cargos políticos. La diputada de Ciudadanos Patricia Guasp le lanzó una propuesta clara: "Reducir en un 50% los 191 altos cargos del Govern que nos cuentan 10,5 millones de euros año para hacer frente a las necesidades de la crisis". Guasp le recordó que hay más de 150.000 personas en Balears que están sufriendo la crisis en un ERTE y la administración pública "debería dar ejemplo". Francina Armengol no quiso entrar ni valorar la propuesta de eliminar la mitad de sus cargos: "Estamos trabajando en un plan de reactivación económica y pensamos contar con fondos del Gobierno de España y de la Unión Europea. Además, estamos remodelando los presupuestos para adaptarlos a la crisis", fue la respuesta de la presidenta a la diputada Guasp. Lo que no aclaró Armengol, ni tampoco la consellera de Hacienda Rosario Sánchez, si en esta remodelación presupuestaria se incluirá un recorte de altos cargos como están pidiendo desde la oposición. El portavoz de Vox, Jorge Campos, también se refirió a la necesidad de adelgazar los cargos políticos del Govern y en concreto algunas direcciones generales que consideran innecesarias, así como su gran número de asesores. La respuesta de Armengol fue similar a la de Ciudadanos.

Después le tocó el turno de meterse en la trinchera para tener que debatir el recorte de cargos o de sueldos políticos a la consellera Sánchez. Ciudadanos insistió en su propuesta. De igual modo, el portavoz de El Pi, Josep Melià, planteó la necesidad de que la clase política del Govern "hiciera un gesto ante los ciudadanos que lo están pasando mal y se bajaran el sueldo". En este mismo sentido, el popular Antoni Costa dijo que "se puede gestionar perfectamente con la mitad de sus asesores".

No obstante, en sus réplicas la consellera Sánchez evitó referirse a la posibilidad de recortar sueldos y cargos. Sánchez aseguró sentirse "estupefacta" ante los intentos de adelgazar la administración y lo confundió con los recortes sanitarios. Melià, de El Pi, le criticó su actitud: "Es cierto que con respecto a la cantidad recortar sueldos o cargos es poco, pero es un símbolo y ahora es el momento de los símbolos", apuntó.