A partir de mañana se puede proceder a la reapertura de los alojamientos turísticos, después de casi dos meses clausurados. Los hoteles, sin turistas, han optado por esperar a julio. Sin embargo, los agroturismos serán los primeros en animarse a abrir sus puertas para recibir a clientes mallorquines. Con la obligatoriedad del distanciamiento sanitario, cobra más sentido su atractivo alejado de la masificación.

"Alguno abrirá a partir del 11 de mayo (mañana) para clientes de la isla", aseveró ayer el presidente de la Associació Balear d'Agroturisme i Turisme d'Interior, Miguel Artigues.

Los 95 establecimientos que reúne esta agrupación en Mallorca también se han puesto manos a la obra para adaptarse a los protocolos sanitarios ante la pandemia. Artigues explica que contarán con un certificado libre de Covid-19 expedido por un agencia certificadora.

Este tipo de establecimientos espera que paulatinamente se reinicie la actividad. "Primero confiamos en el turismo nacional (mediados de junio) y a partir de julio en el internacional", dice Artigues. Ponen el foco en clientes del mercado alemán y el austriaco, con sus agroturismos bajo las directrices sanitarias para prevenir contagios, tanto para su seguridad como la de sus clientes

A través de sus centrales de reservas, "en firme" han recibido "muy pocas". No obstante, a su favor tienen que "en los agroturismos y pequeños hoteles en los pueblos se ofrecen mayores garantías" a los clientes, porque "no hay masificación y es un atractivo más".

Para estos establecimientos el turismo internacional es también fundamental, aunque el nacional, que cayó con la crisis de 2008, había empezado a recuperarse en los dos últimos años.

Adoptarán medidas de protección del personal, turnos y limpieza de hamacas, desinfección máxima y geles hidroalcohólicos o una papelera extra, entre otras, como una garantía que "aunque encarece los gastos, será rentable si funciona".

Agilidad de los pequeños

El anuncio de venta de mascarillas en cadenas de supermercados ,que ya venden geles, es una buena noticia para los hoteles pequeños. "De repente, precio y aprovisionamiento nos queda solucionado", reconoce Tomeu Pons, pequeño empresario turístico y consultor para establecimientos de hasta 50 habitaciones.

Los protocolos de limpieza son "asumibles", dice Pons, "ya nos hemos mentalizado" y llevará a ampliar el personal de limpieza.

El empresario abrirá sus negocios el 1 de julio con las miras en el mercado internacional. Considera que "la agilidad" de los pequeños hoteles puede ser una ventaja en la reapertura. Por ejemplo, ya se han adaptado los desayunos, que serán en la habitación, "en tipo pícnic", como los que se preparan para los huéspedes cuando salen de excursión. Un hándicap es el regreso de los plásticos.

Al igual que en las cadenas hoteleras, entre julio y octubre se han mantenido las reservas (incluidas las de Reino Unido), excepto de EE UU, dice Pons.

Solo falta concretarse el regreso de la conectividad aérea, con énfasis enla internacional, y cómo serán los controles aeroportuarios. Hay cierto optimismo.

Oficial

El BOE publicó ayer la orden del ministerio de Sanidad que permite la reapertura al público de los hoteles y alojamientos turísticos -al entrar Balears en la fase 1 del plan nacional- , tras la suspensión el pasado 19 de marzo con la declaración del estado de alarma. Restaurantes y cafeterías de los hoteles seguirán las directrices generales -sobre las terrazas con aforo limitado-, pero para sus clientes hospedados los servicios de restauración o cualquier otro no se podrán prestar en las zonas comunes. El uso de piscinas, spas, gimnasios, miniclubes, zonas infantiles o salones de eventos no está permitido.