El conseller de Educación aseguró ayer a sindicatos y directores que comparte con ellos su preocupación por la vuelta a los colegios de los alumnos menores de seis años. Martí March indicó ayer que trasladará esta postura al ministerio de Educación, pero aseguró no ser competente para frenar esta reincorporación de los niños a partir del día 25, aunque Comunidades como Andalucía han anunciado que sus alumnos no volverán presencialmente a clase este curso, y en Euskadi solo los de Bachillerato.

El responsable balear de Educación cerró ayer su ronda de consultas sobre su plan de desescalada educativa (realizado siguiendo las directrices del Gobierno) tras cosechar una oposición unánime por parte de los sindicatos, los directores y la enseñanza concertada.

"¿Se escuda en el Ministerio?", indicó CCOO tras la reunión, insistiendo en que es inviable la vuelta de los menores de seis años en condiciones de seguridad. UGT y ANPE también rechazaron la reincorporación de todo el alumnado (también de los más mayores) al creer que la seguridad no está garantizada.

Alternativa además puso sobre la mesa el esfuerzo y la carga de trabajo que supondrá ahora habilitar y organizar una doble red (presencial y 'online') para atender a los alumnos de ESO y Bachiller que vayan y a los que no (una argumentación que también expusieron los directores de Secundaria en su reunión en la Conselleria).

El STEI-i también expresó su rechazo y desveló que según una encuesta realizada a 3.229 profesores, el 94% defiende esperar a septiembre para retomar las clases y que ahora no se dan las condiciones para volver "sin haber hecho previamente cosas como los test oportunos". Un 19% cree que la Conselleria sí se ha preocupado de adoptar medidas para garantizar la salud de la comunidad educativa.

La plataforma Schola Libera, que agrupa a casi toda la enseñanza concertada, expresó ayer al conseller su rechazo a volver a clase este año y exponer a niños y profesores "por 20 días de clase". La entidad responsabilizará a la conselleria de si se producen contagios (también lo hará UOB, que pide la dimisión del conseller que actúa "al dictado de órdenes de Madrid").

El primer colectivo de la comunidad educativa con el que se reunió la conselleria de Educación para recoger sus opiniones sobre el plan de desescalada educativa fue con el de los padres, en la Mesa de Familias celebrada el miércoles.

La Federación de Asociaciones de Padres de Alumnos, FAPA, expuso muchos interrogantes y demandó medidas de conciliación para todas las familias, planteando que todos los alumnos de Primaria pudieran acudir a los centros si sus padres tienen problemas para atenderlos por tener que reincorporarse al trabajo.

Directores de colegios cuestionaron la petición de FAPA, ya que consultaron con las asociaciones de padres de sus centros que dijeron no haber sido consultadas sobre esta postura.

Medidas de conciliación

La Federación de Padres quiso aclarar ayer a través de Twitter que su demanda es que se garanticen varias medidas de conciliación para todas las familias.

Además de exponerlo al conseller de Educación, han pedido una reunión con la presidenta Armengol para exigirle más soluciones: "No pedimos un retorno general a las escuelas, pero no descartamos que éstas puedan cubrir estas necesidades hasta final de curso y con las medidas de seguridad pertinentes".

Sindicatos como CCOO respaldaron ayer abrir una negociación con el Govern para establecer esas medidas de conciliación.