La presidenta del Consell, Catalina Cladera, compareció ayer en un pleno vía telemática donde pidió unidad de acción a todos los partidos políticos para impulsar un gran plan de reconstrucción económico y social de Mallorca, "una especie de Plan Marshall que debemos liderar las instituciones", dijo. Para ello, consideró esencial flexibilizar para los ayuntamientos y el Consell puedan invertir los 600 millones que tienen bloqueados por el Estado mediante la Ley Montoro.

También realizó un llamamiento a la unidad: "No son momentos de batallas de colores políticos, es la hora de estar todos juntos para luchar contra esta crisis y la reconstrucción". Cladera se comprometió a estudiar todas las propuestas de la oposición.

La presidenta enumeró todas las medidas que ha tomado la institución hasta el momento, como es el caso de los 3,5 millones para los servicios sociales municipales, el reparto de material, la habilitación de espacios para los 'sin techo' y anunció la puesta en marcha de las ayudas del Plan de Obras y Servicios por un valor de más de doce millones.

Residencias públicas

El Consell ha realizado un total de 1.063 pruebas para detectar positivos en coronavirus en las residencias de ancianos públicas. Así lo explicó la presidenta Cladera. Relató que de los 832 residentes en centros públicos y los 1.022 profesionales solo se han detectado 33 casos de contagio, 15 en residentes y 15 en trabajadores, y tres personas han fallecido. "Las residencias públicas se mantienen en una cifra baja de contagios y la mortalidad de 2019 fue superior a la de ahora", indicó Cladera.

Desde la oposición criticaron la falta de autocrítica. Beatriz Camiña (Ciudadanos) y Xisca Mora (El Pi) propusieron la rebaja de sueldos y la presidenta Cladera las emplazó a hablarlo con los diferentes portavoces. Mora recriminó la falta de material sanitario para los ayuntamientos. El más crítico fue el portavoz del PP, Llorenç Galmés, que acusó a la izquierda y a Cladera de "medidas de autobombo, cuando ha habido muchas deficiencias en la gestión y han llegado tarde". Como ejemplo citó el caso de que "trabajadores de residencias tuvieran que utilizar bolsas de basura para no contagiarse". Galmés calificó la gestión del Consell sobre el coronavirus "de ridículo espantoso".

Galmés y Cladera mantuvieron un rifirrafe cuando le cortaron al popular la comunicación al excederse de tiempo. Galmés acusó al Consell de no permitirle explicar propuestas y de "censura". El PP contestó después con una nota con una imagen de una persona con los labios sellados y el lema: "No nos callarán".