La Federación de Asociaciones de Familias de Alumnos de Mallorca (FAPA) y el sindicato ANPE han criticado este martes en sendos comunicados el proceso de desescalada y el retorno a las aulas planteado por el Govern.

FAPA ha considerado "extraño" que se esté iniciando el proceso de desescalada en ámbitos como el económico o el cultural y las medidas que se toman en el ámbito educativo no van "al compás" de la realidad del resto de la sociedad.

Por su parte, el sindicato ANPE ha mostrado su "oposición" al retorno a las aulas al considerarlo "prematuro por los riesgos que plantea y la falta de garantías".

El curso, han explicado en su nota, debería finalizar de manera telemática dada la "falta de garantías" sanitarias en materia de higiene, desinfección y dotación de la equipación de seguridad necesario para los 13.000 docentes, los 170.000 alumnos y los casi 500 centros públicos de Baleares.

En cuanto a la posibilidad de que los centros educativos en la etapa de cero a seis abran para facilitar la conciliación, FAPA ha señalado que es "insuficiente" porque no aclara la situación de las familias que tengan, además, hijos en otras etapas educativas.

En este sentido, han reclamado que se abran también los centros de Primaria en los mismos supuestos que los de cero a seis años, otros permisos retribuidos para facilitar la conciliación hasta final de curso para evitar tener que renunciar al trabajo o que los menores queden al cargo de los abuelos, que son población de riesgo.

Por otra parte, ANPE ha criticado que no existe ningún protocolo que incluya al profesorado y alumnos que puedan constituir un grupo de riesgo, como enfermos crónicos, asmáticos, alérgicos, embarazadas, inmunodeprimidos o docentes mayores que todavía no se han jubilado.

Sobre Secundaria y Bachillerato, la asociación FAPA ha pedido que se "unifiquen" los criterios de las clases en todos los centros educativos en "estructura, forma y contenidos" para no agravar "las diferencias y desigualdades" que se han puesto de manifiesto.

En este sentido, para ANPE, el retorno "prematuro" a la actividad lectiva presencial, con carácter voluntario, generará una "brecha educativa" entre los que quieran o puedan volver y los que no, en un momento en el cual el profesorado ya había adaptado sus programaciones y tareas al teletrabajo.