El volumen de perdidas acumuladas por la economía de Baleares asciende a 1.640 millones de euros tras siete semanas de restricciones a la actividad empresarial, cuantía que representa el 5 % del PIB anual, ha informado la Fundación Impulsa este lunes.

La entidad ha precisado que el 70 % de este recorte - un total de 1.148,82 millones de euros- se ha generado desde la Semana Santa, cuando por lo general la economía regional pone todos sus motores productivos en marcha.

"Así pues, desde esta perspectiva, cabe tener en cuenta que, de ahora en adelante, cualquier restricción de la actividad -ya sea total o parcial- se amplifica de acuerdo con el patrón estacional del tejido económico balear", ha advertido.

La Fundación Impulsa ha explicado que la relajación de las restricciones a la actividad empresarial y a la movilidad aplicadas hasta la fecha, tal como establece el Plan de transición hacia una nueva normalidad, "obliga a redoblar e integrar los esfuerzos en materia de salud pública, viabilidad empresarial y efectividad del gasto público"

Para ello, la Fundación ha propuesto en un nuevo informe un marco de toma de decisiones que, en palabras de su director técnico, Antoni Riera "tiene muy en cuenta las interrelaciones que existen entre el tiempo de control de la epidemia en las islas, el distinto ritmo de avance que ésta manifiesta en las regiones con las que nos relacionamos económicamente, las consecuencias permanentes o grado de histéresis y la coordinación con otras zonas -España y la Unión Europea, principalmente- en los que a mecanismos de intervención ser refiere".

Según Riera, dado que los impactos de la crisis motivada por la COVID-19 se distribuyen a corto, medio y largo plazo, en estos momentos es preciso avanzar paulatinamente, "desde una primera fase de emergencia, centrada en resistir el embate, hacia una nueva fase de contingencia, en la que cabe dar una respuesta integral y adecuada a las particularidades regionales que, más allá de medidas parciales de desconfinamiento, permita a los actores gestionar la incertidumbre y minimizar el impacto sanitario, económico y social".

El último i|pulsómetro sobre el impacto económico de la COVID-19, indica que el 75,2 % de las empresas de las islas están trabajando hace semanas en la anticipación de escenarios, el 41,2% están formulando planes de contingencia orientados a abrir nuevas líneas de negocio, canales de venta o mercados, mientras que el 31,5% han aprovechado para explorar nuevas capacidades tecnológicas y nuevos perfiles a incorporar al negocio.