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Boulevard

El coronavirus se salda con otra factura del Túnel de Sóller

Los jueces madrileños se atreven a investigar a Cursach, es importante que sus colegas mallorquines les enseñen quién manda aquí y a qué se arriesgan si molestan a los intocables

Nunca ha sido más sencilla la predicción de las pérdidas acumuladas por el sector turístico este año en Balears.

Napoleón exigía a sus generales fortuna antes que pericia. Cati Cladera no hubiera ascendido a mariscala napoleónica, entre las catástrofes que genera y las calamidades que se le adhieren impertinentes. En un recuento a vuelapluma, Sant Llorenç, el entierro del REB, un déficit de quinientos millones en un año, los centros de menores tutelados y la herencia de otra factura del Túnel de Sóller con la que se salda la crisis del coronavirus en Mallorca.

Recuerden donde leyeron antes que el Consell rescataría la concesión del Túnel en beneficio de los coches de alquiler, la fecha en que lo haría y el precio desorbitado. (Por cierto, todas las informaciones fueron publicadas contra la orden personal de Miquel Ensenyat de decapitar a quienes difundieran un solo dato a este diario, así funcionan los progresistas mallorquines). El coste salta ahora de 16 a 31 millones, según el juez que invalida la jugada.

Cladera exhibe una notable puntería para encontrarse en el momento equivocado en el sitio equivocado, poco le ayudan las bravatas del Ivan Sevillano que reacciona como si hubieran ganado el juicio. Tuve la oportunidad de sentarme a una distancia infecciosa de las abogadas de la concesionaria Globalvia, y más le hubiera valido al Consell tomarse en serio la amenaza. Han transcurrido más de tres décadas desde la concesión fraudulenta, un cuarto de siglo desde que Gabriel Cañellas se sentara en el banquillo cuando Juan Carrau era fiscal Anticorrupción. Y nos llega otra factura de quince millones, hubiera salido más barato abonar los desplazamientos a través del Coll en helicóptero. Salvo que usted lo haya cruzado en más de diez ocasiones, vuelve a salirle a pagar.

La Audiencia Nacional tiene la decencia de investigar a Cursach, mientras la justicia mallorquina castiga a quienes se atrevieron a escrutarlo. Esto no puede quedar así. Es importante que los colegas mallorquines de Manuel García Castellón, el magistrado que encarceló a Javier de la Rosa, le expliquen quién manda aquí y a qué se arriesga si molesta a los intocables.

O sea que según la Audiencia de Madrid, Cursach presuntamente pagó medio millón de euros a Villarejo para que presuntamente investigara a sus enemigos. No es un presunto descubrimiento, pero ya queda presuntamente establecida su forma de actuar. Pues bien, en Mallorca, la Jefatura Superior de Policía, la Fiscalía Anticorrupción y la judicatura compiten en puntualidad para aplicar a rajatabla las querellas del magnate.

El ocupadísimo García Castellón no ha tenido tiempo de leerse la ilustrativa sentencia del Tribunal Superior sobre el comportamiento a seguir, cuando se pone en duda la instrucción de una querella instada por el rey de la noche. Habrá que desplazar a Madrid a la claque jurídica que aplaudía durante el proceso en Palacio. Y qué ridículos aparecen hoy todos ellos, frente a la realidad lacerante del coronavirus. Necesitamos más personal sanitario con la valentía de afrontar al bicho, y menos jenízaros genuflexos ante los caciques.

A propósito, esperamos la reacción de los gemelos más adoquines de Mallorca, al enterarse de que su adorado Cursach presuntamente espiaba a buen precio a su adorado Pedro Jota. Es un milagro que una isla así esté saliendo con bien del coronavirus, gracias le sean dadas al calor y la humedad.

En las grandes superficies mallorquinas se compra una sola coliflor por cinco euros, un kilo de limones por tres. Suerte que los mercados siguen abiertos. Exigir la documentación a padres acompañados de sus hijos, como ocurrió el domingo en Palma, degrada a la sociedad en su conjunto. No se identificaba con igual furia a los paseantes de perros, no fueran a traumatizarse los animales. Merecido premio Formentor al menorquín Cees Nooteboom, no se pierdan su homenaje a la isla en 533 días. Y en la imagen que hoy nos ilustra, nunca ha sido mas sencilla la predicción de las pérdidas del sector turístico este año en Balears. En resumen, los 15 mil millones ganados en 2019.

Reflexión dominical repudiada: "Si ya es difícil captar a los turistas que quieren venir a Mallorca, imaginen cómo atraer a los que no quieren venir".

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