—Para que se haga cargo del tipo de entrevista: "¿Tiene miedo?"

—Tengo miedo por la economía, por la segunda parte de esta crisis, que será probablemente peor que la financiera de 2008 y 2009.

—¿Mallorca se ha hundido?

—Podemos facilitar nuestra recuperación, pero condicionados externamente por los mercados alemán y británico que no podemos manipular y que se acompasan a nuestro ritmo de apertura. Se demuestra la vulnerabilidad de nuestro modelo.

—¿Peor está España?

—Otras regiones están peor epidemiológicamente, pero se deben a sí mismas. Mallorca depende de países del norte de Europa que han sufrido menos que España.

—¿Los turistas no querrán venir o no querremos que vengan?

—Irá por tiempos. Ahora no queremos que vengan, pero algunos ya quieren venir y en unos meses será al revés. Se sucederán varios ciclos y asincronías, intermitencias hasta que finalice la pandemia ya sea por vacuna, tratamiento o inmunidad de grupo. Y eso está lejos.

—En Mallorca no sabemos hacer otra cosa.

—Que hemos aprendido a hacer muy bien en los últimos cincuenta años, lo cual ha tenido costes de oportunidad.

—¿Puede darnos tres consejos gratuitos?

—Prepararse para una transición larga, para un mundo distinto económicamente hablando, y para una Mallorca que necesitará otro modelo productivo.

—Goldman Sachs predijo una recuperación rápida en V.

—Para la recuperación en V, como para la política, una semana es mucho tiempo, por lo que bastantes han desistido de ella. Hoy predomina la sopa de letras, la última es el logo o swoosh de Nike.

—¿Cómo se lee la curva de Nike?

—Se traduce en que el mundo tardará entre uno o dos años en recuperar los niveles de finales de 2019. Y no será una línea recta, sino con oscilaciones por la incertidumbre sobre el retorno del coronavirus.

—¿Ha pinchado la globalización?

—Mejor que pinchar, la globalización ya se estaba replegando, y el repliegue va a acelerarse.

—¿El virus será más letal que el 'brexit' para la City?

—A día de hoy es más negativo el coronavirus, pero es que no sabíamos qué tipo de brexit iba a ocurrir. Cuatro años después no se ha definido el statu quo con la UE.

—¿Es publicable lo que le dicen en Londres de España?

—Perfectamente publicable, otra cosa es que lleve a los gobernantes españoles a las soluciones adecuadas. No he escuchado críticas weberianas a la Europa católica del sur.

—Y el Gobierno aprovecha para recrudecer la censura.

—El Gobierno quizás está especialmente preocupado en contener la conversación pública, en lugar de darse cuenta de que la transparencia y el escrutinio revierten a su favor. Así ha ocurrido en el Reino Unido, donde el ejecutivo cometió errores más graves que Sánchez, pero ha salido reforzado por la penitencia de la rectificación.

—Usted tumba hacia la derecha.

—La crisis del coronavirus va a demostrar que la distinción entre izquierda y derecha no es tan relevante. En mi caso, abogo por la conservación de ciertas cosas buenas, incluido el medio ambiente.

—Se han salvado Portugal, Grecia, Austria, Finlandia.

—Los países han corrido una suerte dispar. Salen triunfantes quienes se prepararon al margen de su población, caso de Alemania, o los que por su pequeño tamaño están históricamente más despiertos contra las amenazas externas.

—China baja, pero no se desploma.

—China será la gran incógnita por la ausencia de transparencia en sus datos. No puede establecerse su munición de respuesta, aunque ha sufrido el mayor golpe desde Mao.

—¿Por qué los exiliados de su generación no gobiernan Balears?

—Jeje. No gobiernan Balears ni tampoco España. Quizás porque la dinámica política está apegada a conflictos emocionales muy hispánicos, para los que de poco vale lo aprendido en el extranjero.

—¿Mallorca es para usted un escenario posible?

—Siempre, cuento los días. Volvería si pudiera.

—¿Usted también recomienda beber palo contra el coronavirus, como su padre?

—La recomendación del palo en Mallorca se ha convertido en la anécdota divertida por la que recordaremos todo esto. Sabíamos que era una observación desde la lógica y no desde la ciencia, siempre lo he bebido y lo continuaré tomando con moderación.