El sector empresarial de Formentera no vislumbra cuándo podrá retomar la actividad, pese a que este lunes ya finalizan parte de las restricciones por el estado de alarma que, en el resto de España, no llegarán hasta el 11 de mayo.

La isla pitusa ha sido elegida, junto a La Gomera, El Hierro y La Graciosa, para entrar directamente en la primera fase del desconfinamiento, que permite la apertura condicionada de comercios, establecimientos hoteleros y de restauración, pero desconoce aún las medidas de seguridad que deberán cumplir o si será rentable abrir puertas.

Las terrazas podrán albergar solo hasta un 30% de la ocupación que tenían permitida, pero los clientes aún no podrán consumir en el interior de los establecimientos, aunque sí pedir comida para llevar. "Es un paso importante, pero es difícil que con este 30% de las sillas, un negocio pueda pagar al personal", advierte el presidente de la Petita i Mitjana Empresa, Pep Mayans. Por ello, reclama que los ERTE se prolonguen en función de este porcentaje, "para que sigan cubriendo al 70% de la plantilla o a medida que los empleados se puedan ir reincorporando", subrayó.

La otra gran preocupación de la pyme es la incertidumbre que provoca la falta de un protocolo sanitario. "Los comercios o bares que quieran abrir el lunes, no saben si los dependientes y camareros deben llevar guantes o mascarillas o cómo distribuir las mesas". De igual manera, la restauración, que ahora solo puede trabajar para servir comida a domicilio, también espera indicaciones sobre cómo adaptar el local cuando pueda acoger a clientes, tal y como sería posible en Formentera a partir del 18 de mayo.

Por su parte, los alojamientos turísticos de la isla también pueden abrir a partir del lunes, una opción que ahora no tendría ninguna rentabilidad. "Hasta que el 22 de junio empiece la cuarta fase del desconfinamiento en toda España y pueda llegar turismo, no habrá ninguna demanda", recalca el presidente de los hoteleros, Vicent Tur. "Los establecimientos que solo trabajan con turismo extranjero, no podrán abrir", lamenta.

Además de desconocerse cuándo y cómo se irán abriendo los puertos y aeropuertos, además de los precios de los viajes, el 60% de los visitantes de Formentera son de Italia, el país europeo más afectado por el coronavirus. "Pero los italianos son muy fieles, muchos de ellos repiten año tras año y, si pueden, no van a renunciar a Formentera para pasar las vacaciones en su país".

A pesar de todas las dudas que quedan, los empresarios también destacan "la buena imagen de seguridad que proyecta la isla al salir antes que el resto del desconfinamiento, lo que demuestra que se han hecho las cosas bien", valora Mayans. Pero, a la espera de contar con garantías para reanudar la actividad empresarial, "en la práctica la vida de Formentera va ser como en invierno", admite.

Terrazas

La elección de Formentera entre las cuatro islas que entrarán a partir del lunes en la primera fase del desconfinamiento, una semana antes que en el resto de España, permitirá a sus vecinos la libertad de movimientos dentro de su territorio, manteniendo la distancia social y sin aglomeraciones. Los comercios podrán reanudar su trabajo y sumarse a los que han mantenido su actividad por ser de primera necesidad, mientras que la restauración, además del reparto de alimentos a domicilio, solo podrá servir en las terrazas hasta el 30% de su ocupación. Los lugares de culto también abrirán con aforo reducido. Los hoteles y hostales pueden abrir si excluyen las zonas comunes.