El conseller de Educación, Universidad e Investigación, Martí March, aseguró en el Parlament que "el próximo curso tampoco será un curso normal", tras la suspensión de las clases presenciales desde mediados de marzo.

"Tenemos que intentar compensar las carencias que ha habido este curso, para intentar tener al final del curso que viene una situación de máxima normalidad", manifestó. March pidió un acuerdo para la educación a los grupos parlamentarios, para superar los efectos del coronavirus: "O nos ponemos de acuerdo en unos mínimos o lo pasaremos mal".

Pidió "un diálogo franco" que evite las descalificaciones y permita una serie de políticas prioritarias que tienen que llevarse a cabo. El conseller admitió errores: "Sabemos que nos hemos equivocado y seguiremos equivocándonos pero también sabemos que tenemos la necesidad de colaboración para avanzar en una educación de calidad y en equidad", aseguró.

March detalló que habrá un esfuerzo de la Conselleria en dos direcciones: la reestructuración de contenidos y currículum y un plan de refuerzo educativo.

Del programa de refuerzo "para compensar las desigualdades" aseguró: "Queremos ponerlo en marcha este verano, si las condiciones sanitarias lo permiten, para intentar llevar a cabo un refuerzo a los estudiantes de secundaria y bachillerato".