El Govern balear está pactando con el Ejecutivo estatal la creación de un modelo de expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) específico para el sector turístico, que facilite el que los trabajadores se puedan ir incorporando a las empresas de forma gradual a medida que se vaya recuperando la actividad, según destacó el presidente de la asociación de restauración de Mallorca, Alfonso Robledo, tras la reunión que mantuvo esta mañana con el conseller de Trabajo y Turismo, Iago Negueruela. Según el primero, esta medida supone un enorme alivio para su sector, que tras conocer el plan de desescalada expuesto por el presidente del Gobierno central, Pedro Sánchez, había dado la voz de alarma sobre los daños que le podía generar, hasta el punto de amenazar con un cierre patronal.

Robledo indicó que la propuesta balear que está sobre la mesa es que los expedientes de fuerza mayor que se han aprobado para el estado de alarma puedan convertirse de forma automática en ERTEs por causas de producción para las empresas cuya actividad esté vinculada al turismo, pero manteniendo las bonificaciones de los primeros, como el no tener que abonar las cotizaciones a la Seguridad Social. La ventaja del ERTE por causas de producción es que permite la incorporación de los trabajadores de forma gradual, manteniendo así un equilibrio entre el ritmo en que se recupera la actividad empresarial y el volumen de la plantilla que se necesita en cada momento.

Por su parte, el conseller Negueruela indicó que se mantienen los contactos con Madrid para adaptar los ERTEs a las necesidades del sector turístico, y que en este sentido la vía que parece más avanzada es la de flexibilizar los ERTE de fuerza mayor para que puedan prorrogarse en el tiempo, mientras que todavía se está analizando su transformación automática en expedientes temporales por causas de producción.

Hay que tener en cuenta que esta última propuesta no solo es reivindicada por sectores empresariales como los de la restauración y ocio nocturno, sino que es respaldada igualmente por los sindicatos de Baleares, dadas las características de una economía tan dependiente del turismo.

Tras el encuentro con el conseller, Robledo aseguró que su sector "no ha dormido" durante la noche anterior, ante el temor a tener que recuperar a la totalidad de la plantilla cuando el aforo a sus establecimientos va a estar reducido, por considerar que eso suponía "la ruina". Sin embargo, trs esta reunión, manifestó que sale mucho más tranquilo respecto a la forma en la que se va a poder salir de esta crisis.

Además, anunció que se va a negociar con los Ayuntamientos la posibilidad de ampliar la zona destinada a terraza de bares y restaurantes, para respetar así las distancias de seguridad entre las mesas, pero manteniendo un número suficiente de plazas como para que la actividad pueda ser rentable. En este punto, el presidente de esta asociación sectorial aseguró que en este punto también van a contar con el apoyo del conseller.

"No hay salida si no hay clientes"

En cualquier caso, y a la hora de valorar el plan de desescalada del Gobierno central, Alfonso Robledo, al igual que el presidente de la asociación de ocio nocturno de las islas, Jesús Sánchez, y el de comercio de Mallorca (Pimeco), Antoni Fuster, coincidieron en que de poco sirve abrir, aunque sea gradualmente, si no hay clientes, y en ese sentido recordaron que muchos de los negocios que representan, especialmente en la costa y el centro de Palma, dependen en gran medida de los visitantes extranjeros. Eso lleva a vaticinar que va a haber empresas que, pese a poder hacerlo, van a optar por no abrir sus puertas.

La federación hotelera de Mallorca expresó su "decepción y estupefacción" ante el plan expuesto por el presidente Sánchez cuando la conectividad aérea sigue interrumpida, lo que impide la llegada de visitantes; no está resuelta la posibilidad de prolongar los ERTEs; no hay unos protocolos claros avalados por las autoridades sanitarias; y no se han reforzado las medidas financieras de apoyo a las empresas del sector. Con todo ello, se considera que las condiciones en las que se plantea el retorno a la actividad son "inviables". Como ejemplo, se reclaman test masivos mientras se está a la espera de una vacuna o de tratamientos para el COVID-19.

En cualquier caso, estos representantes empresariales aseguraron que sus sectores están preparados para recuperar la actividad respetando las garantías sanitarias necesarias, como el mantenimiento de las distancias personales recomendadas o disponiendo de los elementos de protección personal para sus trabajadores.

La presidenta de la patronal CAEB, Carmen Planas, advirtió que "harán falta medidas complementarias al plan de desescalada, como poder mantener los ERTEs, porque en los términos presentados puede no ser lo que las que las empresas necesitan. No puede ser que a un establecimiento turístico o a un bar con una terraza abierta al 30% o a un comercio le resulte menos costoso mantener sus puertas cerradas que abrirlas con las condiciones anunciadas".

Los secretarios generales de UGT y CC OO en las islas, Alejandro Texías y José Luis García respectivamente, insistieron en que se han de garantizar las medidas de protección para los trabajadores, pero el primero advirtió de que "mientras no abra el aeropuerto, en las islas no tenemos nada que hacer", en relación al plan para recuperar la actividad económica.

Por su parte, la patronal de grandes superficies (ANGED) reivindicó poder retomar su actividad el 11 de mayo, como el pequeño comercio, y no el 25 como está previsto, si pueden cumplir con las medidas sanitarias.