Carlos Espina ha cambiado las instalaciones eléctricas por el montaje de mamparas. Este empresario, al frente de Caes Electricidad y Telecomunicaciones, se ha adaptado a la nueva realidad impuesta por el Covid-19 y ha empezado a fabricar pantallas de seguridad pensadas para proteger a las personas que trabajan de cara al público en oficinas o tiendas. Especializado en servicio técnico de hospitales y farmacias, el inicio de la cuarentena en España por poco le sorprende en Italia, a donde había viajado para recoger un robot dispensador de medicamentos que debía entregar a un cliente. "En esa compañía, Pharmathek, ya habían parado parte de su producción para fabricar mamparas protectoras", explica. Espina se dio cuenta de que pronto se iba a disparar la demanda de estos productos en Mallorca y decidió ponerse en marcha. "Me puse en contacto con Federico Aguilar, de distribuciones Aguilar, y Biel Picornell, de Grupo Cid, dos empresas que solemos colaborar regularmente, para empezar a diseñar unas mamparas de protección que no necesitaran una instalación compleja, tornillería o algún tipo de adhesivo que pudiera estropear el mobiliario, pero que tuvieran una gran estabilidad". El material que utilizan, el tereftalato de polietileno modificado de alta calidad de 5mm de grosor, tiene un aspecto similar al metacrilato, es muy flexible y aguanta los impactos sin romperse. Las farmacias fueron sus primeros clientes en esta nueva etapa marcada por el Covid-19 : "Federico Aguilar es distribuidor de material sanitario y nosotros somos servicio técnico de farmacias. Fueron los primeros en llamar ya que necesitaban una solución rápida". Al poco tiempo empezaron a recibir solicitudes de otro tipo de comercios: panaderías, papelerías, estancos, supermercados... Llegaron a instalar cien sistemas en un solo día. Sus pantallas de protección también están en hospitales, centros de salud, ayuntamientos, clínicas veterinarias, consellerias, delegación del gobierno o policías locales. De momento ya han montado más de dos mil y el número de clientes no hace más que aumentar y diversificarse.
En este sentido explica Carlos Espina que han diseñado una mampara especial para dentistas, en forma de cúpula, que permite aislar a paciente y dentista al tiempo que facilita la intervención del profesional con seguridad. Hay que estar preparados para la vuelta a la actividad por lo que hoteles y restaurantes han empezado a interesarse en el producto. Para estos establecimientos han ideado separaciones entre las mesas y entre comensales. Además, se han proyectado mamparas para instalar en gimnasios.
La nueva situación y la fuerte demanda ha hecho que la empresa haya centrado sus esfuerzos en este nuevo cometido. "Continuamos atendiendo las urgencias de mantenimiento, pero nos estamos volcando en esto". Explica que sus trabajadores se han tenido que amoldar a la nueva circunstancias: "Han pasado de montar cableados a armar mamparas. Nos hemos adaptado, teníamos un compromiso con nuestros clientes y debíamos cumplir lo antes posible". Pioneros en Mallorca, Espina comenta que es difícil saber si la demanda se mantendrá durante mucho tiempo aunque es probable que sea necesario utilizar estas protecciones como mínimo hasta final de año: "No se sabe lo que va a pasar, pero no creo que las necesitemos para siempre. Supongo que poco a poco podrán dejar de utilizarse".
