El debilitamiento del tejido empresarial a causa del coronavirus alcanza a la práctica totalidad de los municipios de Balears, con la única excepción de siete pequeñas poblaciones mallorquinas, donde sus cifras se mantienen o incluso crecen, pero siempre desde bases notablemente débiles, según los datos facilitados por la Seguridad Social.

Palma cerró marzo con 15.066 empresas de alta, 1.330 menos que en las mismas fechas de 2019, lo que supone que la capital balear registra casi un tercio del recorte contabilizado en el conjunto del archipiélago. Eso implica una reducción de un 8,1%, algo inferior a la media del archipiélago del 8,6%.

Evolución municipal

El segundo núcleo empresarial de Mallorca, como es Calvià, registró el mes pasado 2.033 empresas, con una bajada de 242 en relación a lo que sucedía un año atrás, con un recorte del 10,6%, dos puntos y medio más que Palma. Hay que tener en cuenta la intensa vinculación de este municipio con la actividad turística, una de las más duramente golpeadas por la crisis del Covid-19.

El impacto en Manacor es igualmente intenso. Sus 1.308 empresas de alta durante marzo suponen una reducción de 157, es decir, del 10,7%, una bajada también superior a la media del archipiélago.

Inca alcanzó las 993 empresas, 90 menos que un año atrás, con un descenso del 9%, por encima de la media de las islas, aunque menos intenso que los dos últimas poblaciones antes indicadas.

En Llucmajor se registraron 991 altas, con una pérdida de 73, es decir, de un 7,3%, la más débil de las apuntadas hasta ahora.

Como se ha indicado, hay excepciones donde no se han dado recortes, pero poco significativas: Banyalbufar crece de 24 a 26 empresas; Lloret se mantiene en las 35; Mancor aumenta en una, al pasar de 27 a 28; Sencelles sigue con 71 como el año pasado; Sant Joan sube de 48 a 50; Santa Eugènia se mantiene con 32; y Ariany pasa de 23 a 24.