En plena evaluación de los recursos sanitarios y del número de analíticas realizadas para iniciar la desescalada de las medidas de confinamiento por territorios, Balears saca nota en la primera y suspende en la segunda.

Así, en el primera de las "asignaturas", los hospitales públicos de Mallorca disponían ayer de un total de 96 camas de UCI para pacientes Covid-19 cuando en la misma jornada había ingresados en los boxes de críticos un total de 41 pacientes afectados de manera grave por el virus pandémico. Estas cifras arrojaban un porcentaje de ocupación del 42,7%.

En la segunda las islas no salen tan bien paradas. Las pruebas de diagnóstico para detectar el contagio de coronavirus realizadas en Balears ascienden a 32.221, que suponen un índice de 26,88 por cada 1.000 habitantes, por debajo de la media estatal de 28,57, según datos recogidos hasta el pasado 23 de abril por un informe de la OCDE.

Y el ministerio de Sanidad cifra en 23,12 PCRs así como 3,62 test de anticuerpos por cada 1.000 habitantes las pruebas realizadas en esta comunidad.

La primera de las variables, la disponibilidad de camas de UCI, es fundamental para proceder a un desconfinamiento gradual con garantías. Tal y como han recalcado expertos intensivistas consultados, habida cuenta de que los pacientes Covid-19 ocupan una cama de UCI durante unas tres semanas de media (frente a los 6 o 7 días de ocupación promedio por parte de enfermos con otras patologías) es fundamental disponer de camas de críticos suficientes para poder hacer frente a un repunte de casos producido a consecuencia de una relajación de las medidas de distanciamiento social o por cualquier otra causa.

Treinta y seis en la recámara

Asimismo, el hospital de Son Espases, buque insignia de la sanidad pública balear, podría sumar otras 36 camas de críticos másotras 36 camas de críticos más ya que, donde hoy en día hay ocho plazas asignadas a Reanimación (para el despertar monitorizado de pacientes recién operados), se podrán montar las citadas plazas creando tres unidades operativas de doce camas cada una de ellas.

Asimismo, el centro de referencia dispone de respiradores suficientes para abastecer todos los boxes. Estos aparatos han sido recabados de la UCI pediátrica del propio hospital y del Mateo Orfila de Menorca donde no eran tan necesarios. Asimismo, se ha previsto la utilización de las máquinas de los anestesistas que pueden también suplir la función de los aparatos de ventilación asistida al uso.

En el resto de las islas la situación era aún más desahogada. En Can Misses había ayer 6 pacientes con Covid-19 ingresados en una UCI con una disponibilidad de 19 plazas para ellos. Y en el Mateo Orfila tenían a 5 pacientes con esta patología respiratoria permitiendo esta ocupación un "colchón" de siete plazas de críticos.

Y a estas hay que añadir los recursos de la sanidad privada que, como se recordará, en esta crisis sanitaria pueden ser usados en interés general. El grupo Quirónsalud Palmaplanas dispone de 26 camas de UCI ampliables a diez más para sumar un total de 36 mientras que Juaneda Hospitals podría aportar sus 32 UCIs a las que podrían añadir siete más.

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